ROMA.- El Banco de Italia prevé que la economía
italiana se contraiga un 1% en 2013, una caída ocho décimas superior a
su anterior previsión del 0,2% del mes de julio, debido a un "empeoramiento del contexto internacional y a la persistente atonía de la actividad económica" en los últimos meses.
Según recoge la edición de enero de su boletín, el Banco de Italia
estima que el PIB se contrajo un poco más del 2% en 2012, un dato en
línea con su previsión de julio, aunque considera que el descenso de la
actividad económica podría llegar a su fin en la segunda mitad de este
año.
"El escenario previsto sugiere un posible regreso a la expansión
en la segunda mitad del año, aunque a un ritmo lento y sujeto a una
incertidumbre muy considerable", señala la institución.
El Banco de Italia cree que el repunte cíclico dependerá de la
gradual recuperación de la inversión una vez que las condiciones
crediticias regresen a la normalidad, de un repunte de la demanda en la
eurozona y de cierta mejora en el clima de confianza. En este escenario,
la evolución del PIB seguirá siendo negativa en términos interanuales
en 2013, pero ligeramente positiva en 2014.
Sin embargo, advierte de que los principales riesgos a la baja de
esta previsión están relacionados con la demanda doméstica y las
condiciones crediticias. En concreto, apunta que el regreso a tasas
positivas de crecimiento de la inversión podría retrasarse por una
evolución menos favorable en las expectativas de negocio.
Asimismo, alerta de que el impacto en el préstamo bancario del
deterioro en las cuentas de la entidades y el elevado riesgo de
endeudamiento podría ser más duradero de los esperado. Por el contrario,
apunta que un mayor fortalecimiento de las perspectivas para la
eurozona podría ser positivo.
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