Además, las autoridades flamencas pusieron a disposición del banco 1.500 millones de euros suplementarios para que pueda utilizarlos si los necesitan. Al igual que sus rivales Fortis y Dexia, KBC ya recibió a finales del año pasado una inyección de capital público de 3.500 millones de euros.
La operación de recapitalización provocó que el valor de las acciones de KBC se disparara un 50% en la bolsa de Bruselas.
"Dada la importancia de KBC para las empresas y las familias flamencas y el carácter fundamentalmente sano del grupo, el gobierno flamenco estima que esta transacción es necesaria para la prosperidad y el bienestar de Flandes", dijo su presidente, Kris Peeters.
"La posición financiera del grupo es sólida", resaltó por su parte el consejero delegado del banco, André Bergen, tras recibir la nueva inyección de fondos públicos. La entidad había solicitado la recapitalización tanto al Gobierno federal como al flamenco y finalmente fue este último el que acudió a su rescate.
La nueva inyección de capital permitirá a KBC reforzar su capital propio hasta situar el 'core capital' en el 8%.
El banco anunció medidas para concentrar sus actividades en sus mercados domésticos, contener los costes y reducir los riesgos.
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