El director ejecutivo de la agencia dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Nobuo Tanaka, apuntó hoy que las proyecciones de aceleración en el descenso del rendimiento de los campos incrementan la incertidumbre.
Los resultados de un análisis yacimento por yacimiento sobre las tendencias históricas de producción de 800 campos petrolíferos muestran que las tasas de descenso probablemente se incrementarán "considerablemente" en el largo plazo, desde una media del 6,7% hoy en día, hasta el 8,6% en 2030.
"Pese a que toda la atención se centra en el incremento de la demanda, las tasas de descenso son mucho más importantes a la hora de determinar el volumen de inversiones necesarias. Incluso si la demanda global de petróleo se mantuviera plana hasta 2030, sería necesario incorporar 45 millones de barriles diarios de capacidad productiva, el equivalente a casi cuatro veces la actual capacidad de Arabia Saudí, sólo para compensar los efectos de este descenso en la producción", dijo Tanaka.
No obstante, la AIE prevé en su 'escenario de referencia' que la demanda mundial de energía aumentará un 1,6% anual de media entre 2006 y 2030, acumulando un incremento del 45%, por debajo de lo previsto el año pasado, especialmente por los efectos de la ralentización económica mundial y los mayores precios de la energía.
En concreto, la demanda de petróleo aumentará desde los 85 millones de barriles diarios actuales a 106 millones de barriles diarios en 2030, una estimación inferior en 10 millones de barriles diarios a la realizada el año pasado.
"Sería necesario agregar capacidad de producción bruta por 64 millones de barriles diarios entre 2007 y 2030, seis veces la actual capacidad de Arabia Saudí para hacer frente a este incremento de la demanda y compensar el descenso del rendimiento de los yacimientos", señala el informe.
Por otro lado, el informe destaca el incremento en la demanda de carbón, que registra el mayor ascenso entre los combustibles en términos absolutos y representa alrededor de un tercio del incremento en el uso de energía, mientras que las energía renovables muestran un rápido crecimiento y superarán al gas como segunda fuente de electricidad tras 2010.
Asimismo, la AIE señala que China e India serán responsables de casi la mitad del aumento en la demanda mundial de energía hasta 2030, mientras que Oriente Próximo emerge como un nuevo polo de demanda.
Por otra parte, la organización pronostica que casi la totalidad del incremento de energía de origen fósil provendrá de países ajenos a la OCDE.
De este modo, el informe concluye en la necesidad de acometer hasta 2030 inversiones en el incremento del suministro energético por importe de 26,3 billones de dólares (21 billones de euros), lo que supone más de un billón de dólares anuales (800.000 millones de euros), pese a la congelación del crédito actual, con el fin de evitar una crisis de suministro que podría asfixiar la recuperación de la economía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario