lunes, 9 de junio de 2008

El 'tigre celta' se desinfla y genera dudas sobre ventajas de la UE

DUBLÍN.- El formidable crecimiento económico de Irlanda se dividirá por dos este año, lo cual provoca dudas sobre la solidez del 'tigre celta' y de las ventajas de la pertenenecia a la Unión Europea (UE) en plena campaña del referéndum sobre el Tratado de Lisboa, que se celebrará el jueves.

Desde 1993, Irlanda ha registrado un fuerte crecimiento que llegó a superar el 10% en el año 2000.

En el origen del "milagro" celta se citan las ayudas europeas tras la adhesión de la isla a la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973, un nivel favorable de tributación, pero también el flujo de inversiones, sobre todo estadounidenses, hacia la puerta de entrada de un mercado de 500 millones de consumidores.

Nada sorprendente, entonces, que el 'boom' económico sea utilizado como prueba de las ventajas de la UE. El argumento fue ampliamente esgrimido para defender el "sí" en el segundo referéndum sobre el Tratado de Niza, en 2002. Pero esta vez, la crisis podría ser utilizada en contra del bando del "sí" al Tratado de Lisboa.

"La mayoría de la gente predice un crecimiento de 2% a 2,5% en 2008, o sea la mitad menos que en 2007", cuando el Producto Interior Bruto (PIB) creció un 5,3%, subrayó Alan Barrett, economista del Instituto de Investigación Económica y Social en Dublín.

La confianza de los consumidores alcanzó en mayo su menor nivel en 12 años y el desempleo, que pasó de 15,9% en 1993 a menos de 4% en 2001, volvió a subir. Alcanzaría el 5,9% este año, según el banco central.

La subida del desempleo "podría influir" el referéndum sobre el Tratado de Lisboa, en particular si "la población señala con el dedo a los inmigrantes de Europa del Este", llegados en masa tras la ampliación de la UE en 2004, advirtió Robbie Kelleher, del centro de reflexión económica Davy, en Dublín.

El banco central prevé no obstante una reactivación del crecimiento a partir de 2009, cuando la economía crecería un 3,25%.

La desaceleración de 2008 estuvo "muy ampliamente dominada" por un solo factor: la crisis inmobiliaria, explicó Kelleher. Estimulado por el flujo de empresas extranjeras y de inmigrantes, el mercado de la construcción representa de "6 a 7%" de la economía.

Su hundimiento en 2008, con una caída de 40% de las obras de construcción, "amputa el crecimiento en cerca de tres cuartos de punto", agregó. Una vez estalle la burbuja inmobiliaria, el mercado se "estabilizaría" en 2009, predijo Kelleher.

La desaceleración podría ser incluso una "pausa" bienvenida, estimó Barrett. "Muchos dicen que la cosa no es tan mala: la economía irlandesa progresó demasiado rápido", afirmó.

No todo el mundo apoya esta teoría. Alan Ahearne, economista de la Universidad Nacional de Irlanda, en Galway (oeste), predijo "varios años de crecimiento desacelerado, entre 0% y 1%".

Ahearne, ex miembro de la Reserva Federal estadounidense, señala en particular los riesgos de una recesión en Estados Unidos.

Un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que una recesión de la economía estadounidense tendría "repercusiones más severas en Irlanda que en el resto de la zona euro". Un 20% de las exportaciones celtas son destinadas a Estados Unidos, que es a su vez el primer inversor en Irlanda.

Pero el flamante primer ministro irlandés, Brian Cowen, supo dar vuelta la situación para defender su campaña por el "sí" al referéndum.

Europa nos ayudó a crecer, también podrá ayudarnos a afrontar la crisis, dijo. "Votar 'sí' nos permitirá contar con la Unión Europea para atravesar estos tiempos" difíciles, declaró recientemente.

(Panorámica de Dublín)

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