lunes, 30 de junio de 2008

El Ibex ya acumula pérdidas del 20% desde enero tras otra semana negra

MADRID.- El Ibex 35 se hundió un 2,6% en la semana, atenazado por el recrudecimiento de las tensiones financieras y la imparable escalada de la inflación por culpa del petróleo, sin señales de esperanza que apunten a que los problemas derivados de la crisis de las hipotecas basura estadounidense estén superados.

El selectivo madrileño lleva perdido un 20,37% en lo que va de año, y en la jornada del viernes marcó su nivel más bajo desde agosto de 2006, al perder la cota psicológica de los 12.000 puntos y situarse en 11.885 enteros en un momento de la negociación.

En concreto, el Ibex se estrenó hoy en los 12.089,80 puntos, después de que el Banco Central Europeo insistiera en repetidas ocasiones esta semana en la posibilidad de subir los tipos de interés en julio para atajar la inflación, lo que podría agravar las reticencias de los bancos a prestarse dinero y recrudecer la crisis de liquidez.

El viernes se conoció que el Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en España situó su tasa anual en el 5,1% en el mes de junio, lo que supone cuatro décimas más que en el mes anterior, y el nivel más alto registrado desde que el Instituto Nacional de Estadística comenzó a elaborar la serie. Hace un año el IPC armonizado estaba en el 2,5%, prácticamente la mitad de la tasa actual.

En el ánimo de los inversores pesa la imparable escalada del petróleo, ya que el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, marcó su récord histórico al situarse por encima de los 140 dólares, y podría llegar a los 170 si se cumplen los pronósticos del presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

Mientras el crudo continuaba su escalada, los mercados bursátiles del mundo registraron importantes descensos por los temores a que la alta inflación acabe afectando los resultados de las empresas.

Los mercados europeos, sobre todo los de París y Francfort, empezaron con caídas siguiendo la tendencia de los mercados asiáticos, que horas antes se habían desplomado afectados por el descenso del índice Dow Jones en Nueva York, que registró cotas mínimas en dos años.

Wall Street teme que el aumento de los precios, sobre todo de la energía, junto con el descenso del poder adquisitivo, obligue a los estadounidenses a controlar sus gastos y esto provoque una recesión económica. Las malas noticias empresariales y financieras en Estados Unidos afectan a los mercados asiáticos, ya que países como China, Japón o India son grandes exportadores a Norteamérica.

Por otra parte, la decisión de la Reserva Federal estadounidense de mantener en el 2 por ciento los tipos de interés en ese país, sin dar pistas de un próximo aumento, motivó el jueves una caída del dólar, lo que hizo que muchos inversores en bolsa se pasaran a las materias primas, que se comercian en esa divisa.

Ese movimiento de capital impulsó al alza, una vez más, al petróleo, que se ha encarecido un 50% en lo que va de año, y al oro, que se ha apreciado un 10 %. Como un pez que se muerde la cola, el encarecimiento del crudo aumenta la inflación, lo que, en el contexto actual de pos-crisis crediticia, espolea los temores en los mercados de un descenso del consumo y una recesión económica.

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