lunes, 13 de agosto de 2007

La intervención de los bancos centrales comienza a dar sus frutos...pero deberá continuar

FRANCFORT.- Las intervenciones concertadas de los principales bancos centrales del mundo para inyectar miles de millones de euros en el flujo monetario han logrado calmar los temores sobre una retracción del crédito, pero los expertos advierten que deberán continuar.

Desde el jueves pasado, el BCE ha puesto unos 200.000 millones de euros a disposición de los bancos de la zona euro, para permitirles enfrentar sus obligaciones.

La Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco de Japón, el Banco de Canadá y el Banco Nacional Suizo (en la imagen) han hecho lo mismo, aunque con cantidades mucho menos importantes.

Las acciones coordinadas son raras. Los bancos centrales del planeta arrojaron miles de millones de euros al flujo monetario durante el crack bursátil de 1987 y durante la crisis del 'bug' del año 2000.

Esta vez, los bancos centrales salieron al rescate del sector bancario para evitar una retracción del crédito ('credit crunch').

Algunas instituciones invirtieron más que lo razonable en los préstamos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos ('subprime'). Un clima general de desconfianza se instaló en los mercados y los bancos no quieren prestarse mutuamente dinero.

La dimensión psicológica es importante. Los bancos centrales quisieron mostrar a los operadores que estaban dispuestos a actuar antes de que se materializaran los riesgos.

Inicialmente, los mercados reaccionaron muy mal, e interpretaron su intervención como una señal de debilidad.

Este lunes, la situación en las Bolsas mejoró. El mercado monetario y las plazas financieras levantaban cabeza en todo el mundo. El BCE inyectó menos dinero (unos 47.000 millones de euros) y las tasas en el mercado interbancario seguían bajando.

En un breve comunicado, el BCE estimó además que la situación "se normalizaba".

Los analistas coinciden. "El BCE hizo la única cosa que podía hacer. Inyectó dinero para calmar a los operadores y visiblemente funcionó", señaló Jorg Kramer, economista jefe del Commerzbank, a la cadena informativa alemana ntv.

Pero los bancos centrales aún no han visto el fin de sus problemas. Sin duda seguirán inyectando dinero de forma masiva para apoyar a los mercados. Y algunos especulaban este lunes con un canje de divisas entre el BCE y la Fed para permitir a los bancos europeos pedir prestado en dólares a corto plazo.

En el peor de los casos, "podríamos imaginar otra acción concertada con bajadas conjuntas de las tasas del BCE y la Reserva Federal estadounidense", agregó el economista.

Al aceptar reducir sus tasas, el BCE reconocería que infravaloró completamente la gravedad de la situación. Desde hace varias semanas, el instituto repite, a quien quiera escucharle, que los problemas en los mercados financieros son sólo una simple "reapreciación de los riesgos" y prepara a los observadores para una nueva alza de las tasas en septiembre.- (AFP)

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