martes, 19 de septiembre de 2023

La UE puede sufrir la misma dependencia de las baterías chinas que de la energía rusa


MADRID.- La Unión Europea podría llegar a ser tan dependiente de China para las baterías de iones de litio y pilas de combustible en 2030 como lo era de Rusia para la energía antes de la guerra en Ucrania a menos que tome medidas enérgicas, según un documento preparado para los líderes de la UE.

El documento, al que tuvo acceso Reuters, será la base de los debates sobre la seguridad económica de Europa durante una reunión de líderes de la UE en Granada, España, el 5 de octubre.

Preocupados por la creciente asertividad global y el peso económico de China, los líderes debatirán las propuestas de la Comisión Europea para reducir el riesgo de que Europa dependa demasiado de China y la necesidad de diversificarse hacia África y Latinoamérica.

El documento señala que, debido a la naturaleza intermitente de fuentes de energía renovables como la solar o la eólica, Europa necesitará formas de almacenar energía para alcanzar su objetivo de emisiones netas de dióxido de carbono cero en 2050.

"Esto disparará nuestra demanda de baterías de iones de litio, pilas de combustible y electrolizadores, que se espera se multiplique entre 10 y 30 veces en los próximos años", señala el documento, elaborado por la presidencia española de la UE.

Aunque la UE tiene una posición sólida en las fases intermedias y de ensamblaje de la fabricación de electrolizadores, con una cuota de mercado mundial superior al 50%, depende en gran medida de China para las pilas de combustible y las baterías de iones de litio, cruciales para los vehículos eléctricos.

"Si no se aplican medidas contundentes, el ecosistema energético europeo podría tener en 2030 una dependencia de China de naturaleza diferente, pero con una gravedad similar, a la que tenía de Rusia antes de la invasión de Ucrania", señaló.

Según la Comisión Europea, en 2021, el año anterior a la invasión rusa de Ucrania, la UE obtenía de Rusia más del 40% de su consumo total de gas, el 27% de las importaciones de petróleo y el 46% de las de carbón.

Cuando la UE dejó de comprar la mayor parte de su energía a Rusia, sufrió una crisis de los precios de la energía y un repunte de la inflación al consumo, lo que obligó al Banco Central Europeo a subir bruscamente los tipos de interés, una medida que ha frenado el crecimiento económico.

Según el documento de la presidencia española, las baterías de iones de litio y las pilas de combustible no son las únicas áreas vulnerables de la UE.

"Un escenario similar podría darse en el ámbito de la tecnología digital", señala el documento. 

"Las previsiones sugieren que la demanda de dispositivos digitales como sensores, drones, servidores de datos, equipos de almacenamiento y redes de transmisión de datos aumentará considerablemente en esta década".

"La UE tiene una posición relativamente fuerte en este último ámbito, pero muestra debilidades significativas en los demás", señala el documento.

Para 2030, esta dependencia del exterior podría obstaculizar seriamente el aumento de la productividad que la industria y el sector servicios europeos necesitan urgentemente y podría impedir la modernización de los sistemas agrícolas, esencial para hacer frente al cambio climático, señaló.

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