MOSCÚ.- Durante la ceremonia de apertura del Foro Internacional de Expertos BRICS en Medicina Nuclear, organizado por el Ministerio de Salud de Rusia y Rosatom, el embajador brasileño en Moscú, Rodrigo Baena Soares, destacó la importación de insumos rusos al país sudamericano.
Baena Soares indicó que se requiere cooperación internacional para superar el desafío de garantizar una salud pública de calidad a grandes grupos de población, como en el caso de Brasil.
"Nuestro
país garantiza el acceso a la salud de calidad como un derecho
constitucional, y el sector de la medicina nuclear tiene un impacto
directo en la vida de los brasileños de todas las clases sociales",
enfatizó el embajador. "La medicina nuclear salva vidas".
De
acuerdo con el director general de Rusatom HealthCare, Ígor Obrubov,
una división de la empresa estatal rusa de energía atómica especializada
en la fabricación de equipos médicos, la cooperación bilateral Brasil-Rusia en el sector nuclear es sólida.
Actualmente, la empresa rusa atiende cerca del 30% de la demanda del
mercado brasileño, enviando semanalmente radioisótopos, como molibdeno
99, lutecio 177 y yodo 131, a centros de salud de todo el país.
El
Gobierno brasileño, sin embargo, también está interesado en iniciar la
producción de radioisótopos a nivel nacional, aunque a escala de
investigación. La construcción del reactor multipropósito
en el gigante sudamericano generó que la producción de los insumos
volviera al tope de la agenda del Ministerio de Ciencia y Tecnología en
2023.
Pese
a esto, especialistas brasileños presentes en el foro, que se inauguró
este 20 de julio en Moscú, explican que el reactor no reemplazá
necesariamente la importación de radioisótopos de países como Rusia.
"El
reactor permite la investigación y el desarrollo de nuevos
radioisótopos que, en el futuro, pueden ser fundamentales para el
tratamiento de enfermedades", abundó.
Rusia, por el contrario, podría ampliar su papel como proveedor clave de medicina nuclear e incluir proyectos de formación de personal y de intercambio de tecnología, argumentaron los brasileños presentes en el foro.
"Tenemos
una gran necesidad de tener acceso a estos radioisótopos, no solo desde
el punto de vista del suministro, sino también de la experiencia para
producirlos", dijo a Sputnik Brasil el presidente de la Sociedad
Brasileña de Medicina Nuclear, Rafael Lopes. "Este proceso podría darse
en el ámbito universitario brasileño".
En
tanto, el director general de Rusatom HealthCare, Igor Obrubov, planteó
también la posibilidad de compartir tecnología en el campo de los
radiofármacos y equipos.
"La
situación internacional hace que los países busquen obtener su
soberanía tecnológica. Está claro que desarrollar internamente todas las
áreas no es posible, entonces creo que los BRICS [grupo integrado por
Brasil, Rusia, China, la India y Sudáfrica] pueden unirse para generar
sinergia entre los sectores tecnológicos más desarrollados de cada
país", argumentó Obrubov. "Las tecnologías se pueden compartir y Rosatom
no es una excepción".
La
comunidad de salud brasileña, a su vez, podría compartir su amplia
experiencia en la aplicación clínica de la medicina nuclear con sus
socios rusos.
Además
de su contribución en el área de la medicina, Rosatom puede desempeñar
un papel relevante en la garantía de la seguridad alimentaria brasileña,
a través de la aplicación de tecnología nuclear en productos
alimenticios.
"Estamos
ofreciendo a los países latinoamericanos los servicios de nuestro
Centro de Irradiación Multifuncional, que brinda irradiación de baja
dosis para productos alimenticios, con el objetivo de eliminar impurezas
y aumentar su calidad y durabilidad", reveló Obrubov.
"Con
la ayuda de nuestro método, el tiempo de almacenamiento de los
productos se triplica. De hecho, esto tiene un efecto positivo en la
seguridad alimentaria de cualquier país", sostuvo.
El
Centro de Irradiación Multifuncional de Rosatom tiene sus métodos
certificados por la Agencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés) y la Agencia
Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Además
de su sede en la ciudad rusa de Lytkarino, la empresa está construyendo
una nueva sucursal en Óbninsk, la próxima ciudad que alojará el Foro
Internacional de Especialistas en Medicina Nuclear de los BRICS.
"Estamos
totalmente abiertos a ampliar la cooperación con socios de países
amigos como Brasil [...] después de todo, el diálogo entre socios
siempre logra resultados más sólidos", concluyó Obrubov.
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