BUENOS AIRES.- Las altas temperaturas que afectan buena parte de Estados Unidos durante los últimos días también se perciben en otras regiones del hemisferio norte. En el caso de Europa, los expertos del clima lanzaron una advertencia para los turistas que suelen viajar durante el verano boreal para disfrutar de los destinos populares como España, Grecia, Italia y Suiza, donde hay importantes alertas por las olas de calor, avisa el diario La Nación.John Nairn, asesor de calor extremo de la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), explicó que las altas temperaturas que se registran en las ciudades europeas, incluso durante las noches, son particularmente peligrosas para la salud humana, ya que el cuerpo no puede recuperarse del bochorno sostenido.
“Esto lleva a un aumento de los casos de ataques cardíacos y muertes”, señaló a través de un comunicado. La institución dependiente de la Organización de Naciones Unidas subrayó que en todo el mundo es inevitable que el calor sea más intenso y extremo.
Por lo tanto, es importante prepararse y adaptarse, ya que muchas
ciudades, hogares y lugares de trabajo no están construidos para
soportar altas temperaturas durante períodos prolongados.
“El
calor es un riesgo para la salud que crece rápidamente debido a la
urbanización, el aumento de las temperaturas del planeta y el
envejecimiento de la población”, detalló Nairn, quien añadió que los patrones climáticos actuales “no son normales”
y el pronóstico para los siguientes años es que sigan los “impactos
bastante graves en la salud humana y los medios de subsistencia”.
Por su parte, Panu Saaristo, jefe del
equipo de la Unidad de Emergencias Sanitarias de la Federación
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
(IFRC, por sus siglas en inglés), se sumó a las preocupaciones por el
calor extremo y describió estas condiciones como una “emergencia invisible”, donde es crucial cuidar a las personas con salud frágil, pero también tener en cuenta los posibles impactos en las condiciones socioeconómicas y de vida de la población en general.
En un informe reciente, la WMO calculó que durante el verano pasado se contabilizaron al menos 60.000 muertes de personas debido al calor extremo, a pesar de las advertencias y los planes de acción por parte de las autoridades de salud de los países.
Los pasajeros deben ser “extremadamente conscientes” de estas condiciones
de clima extremo, explicó por separado Mark Siegel, profesor clínico de
medicina e internista en el Centro Médico Langone de la New York
University a Fox News.
“Lo primero es la hidratación, sobre todo porque uno se deshidrata desde que viaja en los aviones: Si está ante una ola de calor, siempre debe tener una botella de agua en la mano.
Deben ser ultraconscientes de la importancia del agua”, explicó. Además
recomendó revisar si algún medicamento que se consuma puede generar una
reacción o hacer a la persona más “sensible al sol”.
“Los
muy jóvenes y los muy ancianos son más susceptibles a los efectos del
calor: no tienen aislamiento contra él, así que manténgalos alejados de
las olas de calor tanto como sea posible”, sugirió el especialista
médico, que también señaló el riesgo de las zonas con demasiada humedad que impide refrescar el cuerpo: “El sudor de tu cuerpo es como un sistema de aspersores que intenta refrescarte. Repone electrolitos, no solo agua”.
La Organización Meteorológica Mundial informó que en fechas próximas estudiará a detalle los posibles nuevos récords de temperatura que reportaron recientemente los servicios meteorológicos nacionales o locales tras las intensas olas de calor en Estados Unidos, el Mediterráneo, el norte de África, Oriente Próximo y algunos países de Asia, incluida China.
“Si se producen nuevos registros de temperaturas extremas durante las olas de calor en curso,
emitiremos una rápida evaluación preliminar y después iniciaremos
evaluaciones detalladas como parte de nuestro minucioso proceso de
verificación”, declaró el profesor Randall Cerveny, Relator de la WMO
para los Extremos Meteorológicos y Climáticos.
Hasta la fecha, según los registros oficiales, la
temperatura más alta jamás registrada ocurrió en Furnace Creek, un
punto en la región desértica del Valle de la Muerte de California,
EE.UU., con una marca en los termómetros de 56,7 °C el 10 de
julio de 1913. Actualmente se verifican dos lecturas de 54,4 °C,
registradas en el mismo lugar el 16 de agosto de 2020 y de nuevo el 9 de
julio de 2021, que podrían ser la segunda y tercera más altas de la
historia.
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