sábado, 9 de enero de 2021

Padre Nuestro Yo Soy / Guillermo Herrera *


 En la tertulia política de ayer en el canal de “Inmaculada TV” traté de explicar mi versión del “Padre Nuestro Yo Soy” y me han pedido que hable de este tema, porque me paso el día decretando en positivo. Me sale de forma natural y me ayuda a vivir. Toda forma de adoración externa es contraria a la enseñanza original de los Maestros, y nos aleja de nuestro Dios interno.

No pretendo ofender a nadie sino únicamente exponer mi punto de vista, no sin denunciar el lavado de cerebro al que fui sometido en la infancia. Los colegios religiosos fueron fábricas de ateos, pero no es mi caso, porque conseguí separar la espiritualidad de la religión. 

A mi juicio, la verdadera espiritualidad es una ciencia, no una religión, como dice Sigmund Bathory, y la tradición que más se acerca a una ciencia espiritual es el Yoga, independiente del hiduísmo. Cada uno es libre de expresar lo que cree, aunque incomode, si creemos en la libertad de expresión, y no en la Inquisición.

Las civilizaciones avanzadas del Cosmos no tienen religión, pero sí tienen mucha espiritualidad. No tienen sistemas de creencias sino sistemas de experiencias. Justo lo contrario de lo que ocurre aquí, que sobran sectas y religiones, y falta espiritualidad. Los de arriba están alarmados porque hemos decretado nuestra soberanía, y no dejamos que manipulen nuestra espiritualidad a través de la religión oficial.

SOMOS LIBRES Y SOBERANOS

En estos tiempos de limbo político, llenos de ansiedad e incertidumbre, es necesario estar conectados con nuestra Fuente interna para mantener el equilibrio, pero no reconozco a ningún intermediario, a ninguna autoridad religiosa, porque mi Alma Divina es la única autoridad. Somos seres soberanos y podemos comunicarnos directamente con nuestra Fuente. 

Por eso la mejor medicina que existe contra el mal es rezar o meditar. Oración, ayuno y silencio es la fórmula universal de todas las tradiciones espirituales de la humanidad. Se llama ‘mouna’ en sánscrito.

El reino de Dios está en vosotros” es un libro de León Tolstói, mi anarquista espiritual favorito, que fue publicado por primera vez en Alemania en 1894 tras ser censurado en su país de origen, Rusia. Esta obra maestra es el culmen del pensamiento de Tolstói, que desarrolla una sociedad ideal guiada por la interpretación que extrae de las enseñanzas de Cristo, en oposición a la interpretación manipulada por la religión.

ORACIÓN BÁSICA

Existen muchas versiones del Padre Nuestro y la más antigua sería en arameo, el idioma original de Jesús, que no era el latín, pero tenemos libertad de crear nuestras propias oraciones, y yo he creado la mía por si le puede ser de ayuda a alguien. Además se me da bien el ‘kirtan’ o canto de mantras en sánscrito, pero no he debutado por temor al ridículo como periodista.

El Padre Nuestro Yo Soy se basa en las enseñanzas del maestro ascendido Saint Germain. El Yo Soy es la máxima expresión de la energía divina. Si la persona dice “No Puedo” o “Yo estoy enfermo”, está decretando una mentira respecto a su propia Divinidad. Dios es la perfección y él no se enferma, nosotros somos Dios porque fuimos creados a imagen y semejanza. El libro de Oro de Saint Germain” enseña que se es parte de un todo y somos dioses, mientras que la religión enseña que sólo somos miserables pecadores o que nacimos con un pecado original del que no tenemos ninguna culpa.

YO SOY DIOS

No somos sólo manifestación de Dios, sino que somos el propio Dios manifestado en forma humana. Si lo descubres te liberas. Pero es difícil porque le gusta jugar al escondite y yo lo llevo buscando toda la vida. Cada vez que intento asirlo se me aleja y juega conmigo, pero tengo mucha hambre de Dios y le pido siempre a mi Padre que me abrace. No echo de menos la compañía de una mujer porque siento la compañía de mi Dios.

No tengo mayor deseo que regresar a la casa de mi Padre. “¿Por qué te escondiste Amado y me dejaste sin sentido? Como ciervo huiste dejándome herido. Salí tras ti clamando, y ya eras ido como dijo San Juan de la Cruz. Yo estoy ‘herido’ desde hace muchos años porque probé la miel y se me escapó. El gozo espiritual o ‘ananda’ no es comparable con ningún placer mundano, pero una vez que lo pruebas, te quedas enganchado para toda la vida. No se llora de pena sino de felicidad. Cuando te iluminas, te conviertes en un bebé en brazos de tu madre.

He sido yogui, monje, fraile y ermitaño en muchas vidas desde el antiguo Egipto, y esto lo llevo muy interiorizado. Llevo el misticismo en las venas y también la filosofía del Yoga clásico de Patánjali. Raimundo Lulio lo explica muy bien en su Libro del Amigo y del Amado”, y San Juan de la Cruz lo explica mejor todavía, y me llegó al Alma, pero no creo en la iglesia de Roma porque es pura oscuridad política, salvo algunas perlas de luz que hubo en su historia que fueron santificadas o quemadas en la hoguera, según la conveniencia política de Roma, que significa Amor escrito al revés.

No creo en los evangelios oficiales porque están manipulados, sino en los textos gnósticos de Nag Hamadi, y en otros muchos supuestos ‘apócrifos’ como “El Libro de Enoch”. Me siento gnóstico por los cuatro costados, que es lo contrario de agnóstico, el que no cree en nada. A veces me siento fuera de mi elemento cuando hablo de asuntos políticos, porque no pertenezco a ese mundo siniestro de conspiraciones y delitos.

FILOSOFÍA ORIENTAL

En el antiguo Tíbet fui Lama Rimpoché en tiempos del mítico rey Songtsen Gampo (siglo VII d.C.), y me decapitaron por hereje en la entrada de mi cueva de retiros en el valle del Kali Gandaki, igual que en occidente fui un cura perseguido por la satánica Inquisición. 

Siempre he sido heterodoxo, y a mucha honra, porque creo que todas las verdades oficiales suelen estar manipuladas y que la versión teológica vaticana tiene poco o nada que ver con la enseñanza original del Maestro.

La verdad siempre está escondida y hay que buscarla con la lupa de Sherlock Holmes. Todavía sigo añorando las montañas del Himalaya, que ahora sustituyo por la Alpujarra y Sierra Nevada, mi pequeño Tíbet. La montaña facilita la concentración mental y espiritual, mientras que la playa facilita la dispersión mental. Por eso los místicos aman la montaña.

Creo en la India de los grandes yoguis y lamas que me enseñó mi antiguo profesor de Yoga, Ramiro Calle, creo que Jesús fue un gran yogui que bebió de la tradición espiritual oriental, y que el cristianismo es un refrito del budismo y de la religión de Egipto, lo cual no le quita validez puesto que todas las religiones son herencias de tradiciones anteriores.

Mi compañero periodista Juan José Benítez, al que entrevisté personalmente en una ocasión, es la persona que mejor me ha ayudado a comprender el mensaje original del Maestro a través de sus libros llamados “Caballo de Troya”. Su mensaje me ha llegado al corazón muchas veces.

Jesús, discípulo de Buda” es uno de mis libros favoritos. Elmar R. Gruber y Holger Kersten demuestran, con pruebas documentales y datos históricos que en el siglo III a.C. llegaron a Grecia y Egipto muchos misioneros budistas enviados por el emperador Ashoka de la India. Jesús vivió en Egipto y fue discípulo de la orden monástica budista de los ‘therapeutae’.

Las enseñas que recibió de los budistas se reflejan casi literalmente en el Sermón de la Montaña, en las parábolas, en la elección de sus discípulos y en la denuncia de los falsos profetas. El mensaje de Jesús es, en síntesis, un mensaje budista, lo cual explica por qué muchos cristianos se sienten instintivamente más identificados con las enseñanzas de Buda que con las de la Iglesia oficial, porque se parecen más al cristianismo original primitivo.

https://www.amazon.es/Jes%C3%BAs-%C2%BFdiscipulo-buda-Gruber/dp/8427021054

El único problema del cristianismo es que se olvidó de la ley de la reencarnación en la que sí creían los primeros cristianos, y probablemente fue predicada por el Maestro, pero es más fácil chantajear a una persona si sólo tiene una vida para enmendarse.

Dios es una puerta abierta y nosotros sus hijos tenemos el mismo poder que él a través del Yo Soy. Como células de un todo, nuestra energía desea regresar al Padre y sólo el conocimiento y la aplicación del Yo Soy, se encuentra el camino hacia Él. Yo llamo a mi Creador el Brahman absoluto y eterno cuya esencia es ‘sat-chit-ananda’ que significa existencia, conocimiento y bienaventuranza absolutos, que otorga la iluminación y la liberación del karma y de la cadena de renacimientos.

El Creador del universo tiene muchos nombres en distintas tradiciones espirituales, pero siempre es el mismo, porque no hay otro. Los falsos dioses suelen ser impostores. “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.” Ésta es la clave de todo. Los budistas no hablan del Dios único, pero el actual niño Buda de Nepal sí lo hace, aunque sea de origen budista.

https://hermandadblanca.org/libro-oro-saint-germain-metafisica/

EL SER Y LA NADA

Toda la vida ha existido una polémica entre teístas y nihilistas, el Ser o la nada. Parménides decía que sólo existe el Ser Absoluto, mientras que Heráclito decía que todo pasa y que no te puedes bañar dos veces en el mismo río, igual que Antonio Machado cuando decía que todo pasa, nada queda, porque lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Algo parecido ocurre entre hindúes y budistas. Los hindúes hablan del Brahman absoluto y eterno, mientras que los budistas hablan de la vacuidad.

Yo creo que ambos llevan razón, el Ser y la nada, porque la nada no sería la ausencia de algo sino el ser que no es, es decir, el ser no manifestado. A medida que desciende de densidad se va volviendo más imperfecto. Por eso los maestros de artes marciales se instalan en su nada y desde ahí lo pueden todo.

Sin embargo, las enseñanzas del maestro hindú Sri Nisargadatta Maharaj van más lejos al decir que cuando el Yo Soy desaparece, lo que queda es el Absoluto. Parece existir contradicción pero no la hay. La conciencia de Ser siempre está ahí, tan fresca como el primer día. Tú no eres el Yo Soy El Yo Soy es siempre fresco, siempre acaba de nacer. A todo el resto se llega por deducción.

El Yo Soy está ahí desde el principio; siempre está presente, siempre a nuestra disposición. Rechaza todos los pensamientos excepto el de Yo Soy y permanece ahí. Comprender el Yo Soy, tu conciencia de Ser o de estar presente, es tremendamente importante, ya que en esto radica el peso total de la enseñanza de Maharaj.

El Yo Soy constituye la única certeza. Es impersonal y todo conocimiento nace de ahí; es la raíz de todo. Aférrate a él y deja que el resto se vaya. En primer lugar, ¿eres consciente de tu Ser o del hecho de que eres? Tienes que Ser, que existir, antes de que nada sea.

Tu sentido de presencia o de que eres es fundamental. Tan solo instálate y permanece estable en el Yo Soy. Rechaza todo lo que no tenga que ver con el Yo Soy. Cuando el Yo Soy desaparece, lo que queda es el Absoluto.

https://www.nodualidad.info/textos/tu-no-eres-el-yo-soy.html

ORACIÓN Y DECRETO

Y ésta es mi versión personal del Padre Nuestro Yo Soy que repito todos los días tres veces por lo menos en voz alta y con emoción:

  • Padre nuestro que estás en los cielos. Padre mío que estás en mi corazón.

  • Santificado sea tu nombre Yo Soy.

  • Yo Soy tu reino venido. Yo Soy tu Voluntad cumpliéndose.

  • Yo Soy en la Tierra como Yo Soy en el Cielo.

  • Yo Soy con mis doce más uno filamentos de ADN activados.

  • Yo Soy tu Amor por todas las criaturas.

  • Yo estoy en alta dimensión.

  • Yo Soy el que da hoy el pan de cada día a todos.

  • Yo Soy el que recibe hoy el pan de cada día de todos.

  • Yo Soy el que perdona a toda vida.

  • Así como Yo Soy también toda vida perdonándome.

  • Yo Soy el que aparta a todo ser humano de la tentación.

  • Yo Soy el que libera a cada ser humano de toda condición perniciosa.

  • Yo Soy el Reino, Yo Soy el poder, Yo Soy la Gloria de Dios en eterna e inmortal manifestación.

  • Todo esto Yo Soy.

     

    (*) Periodista español

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