martes, 8 de diciembre de 2020

Brasil, un punto brillante para la demanda petrolera fuera de Asia

 NUEVA YORK.- Brasil está proporcionando uno de los pocos puntos brillantes para la demanda de petróleo fuera de Asia, mientras el coronavirus continúa devastando a EE.UU. y Europa.

El consumo de combustible en la economía más grande de América Latina ya ha superado los niveles previos al virus, y se espera que sea más fuerte que en 2019 a partir del próximo año, gracias a la fuerte demanda agrícola y a una mayor conducción.

“El repunte en la demanda de combustible fue una gran sorpresa”, asegura Paula Jara, analista de la consultora Wood Mackenzie Ltd. “Cuando se piensa, Petrobras es posiblemente un caso único en todo el mundo porque pudieron aumentar la producción de combustible rápidamente”, dijo por teléfono desde Ciudad de México.

Las refinerías de la estatal brasileña Petroleo Brasileiro SA procesaron 1,85 millones de barriles diarios de petróleo crudo en octubre, un aumento de 17% en comparación con el mismo período del año anterior, ya que la compañía trabajó para satisfacer la mayor demanda de diésel de una temporada de cosecha récord y un impulso de gasolina para la conducción de verano. Petrobras también se ha beneficiado de un aumento de la demanda para el combustible bajo en azufre que produce.

El aumento de la demanda de petróleo en Brasil es un acontecimiento bienvenido para un mercado global que se ha visto obligado a hacer retroceder las expectativas de cuándo la demanda de energía podría volver a los niveles anteriores al virus.

En Sao Paulo, el estado más poblado del país, con 46 millones de habitantes, los kilómetros recorridos por automóviles de pasajeros han estado por encima de los niveles anteriores al covid desde finales de agosto, según datos de Waze, de Alphabet Inc., una aplicación de navegación de tráfico. Los brasileños están manejando distancias similares o superiores a los niveles previos al virus, pero eso no se ha traducido en más atascos de tráfico, ya que la pandemia cambió los hábitos de los conductores, asegura Douglas Tokuno, director de Waze Carpool en América Latina.

“Si bien los viajes al trabajo o la universidad han disminuido, los brasileños han usado los automóviles con más frecuencia para viajar más de 150 kilómetros y para ir a supermercados, estaciones de servicio y tiendas”, explica Tokuno.

Una cosecha récord de soja y maíz que el país terminó de plantar en octubre llevó el consumo de diésel a un máximo de seis años, después de que la falta de lluvias retrasase la siembra que se esperaba comenzara en septiembre.

“La siembra fue tan concentrada en octubre que tuve a mis John Deere trabajando prácticamente 20 horas al día, con los faros encendidos durante toda la noche”, dijo en un comunicado el productor de soja y algodón Paulo Sergio Aguiar, cuya familia planta un área más grande que Chicago, en una entrevista telefónica. Aguiar, quien también es jefe del grupo comercial de productores de algodón Ampa, en el estado de Mato Grosso, dijo que él y sus vecinos tuvieron que hacer compras adicionales de diésel para mantener en funcionamiento la maquinaria de alto consumo.

Es menos probable que la demanda de diésel sea tan fuerte en noviembre y diciembre, pero se recuperará en el primer trimestre, cuando comience la cosecha de soja. Esa es la época más ocupada del año en las carreteras, cuando una ola ambarina de camiones cargados de soja viaja 1.800 kilómetros para entregar su carga a las terminales de exportación en la costa.

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