domingo, 13 de diciembre de 2020

Johnson y Leyen pactan intentar una salida negociada del Brexit hasta el 31 de diciembre


 BRUSELAS.- La decisión final, de acuerdo o ruptura, que sobre el Brexit estaba prevista para este domingo ha sido postergada por enésima vez tras la conversación telefónica que el primer ministro británico, Boris Johnson, mantuvo hoy con la presidenta de la Comisión, Úrsula Von Der Leyen.

Y una vez que ambos acordaran seguir negociando hasta final de año en lo que Leyen calificó como ‘la última milla’ de esta agotadora carrera.

En este nuevo aplazamiento ha sido definitivo que el presidente de Francia Enmanuel Macron y la canciller de Alemania Ángela Merkel rechazaran el reunirse en París y Berlín con Johnson como lo había solicitado el inglés.

Sobre todo después que Johnson amenazara a la UE con enviar la Royal Navy, a partir del día primero de enero de 2021, a las aguas británicas donde faenan pesqueros de la UE para acosar a los barcos europeos.

Y también después de que la libra británica cayera en picado en las Bolsas internacionales ante el riesgo de ruptura, mientras crecía el pánico en los transportes de las mercancías y de viajeros, por tierra, mar y aire, entre los territorios del Reino Unido y de la UE.

Johnson parece recular pero todavía no está claro si habrá o no acuerdo, o si el 31 de diciembre el Brexit acabará en ruptura lo que tendría pésimas consecuencias para todos. Y especialmente para el Reino Unido porque su economía sufrirá mucho más que la europea.

Aunque la UE también sufrirá y España especialmente por causa de los turistas y residentes ingleses en este país y el alto volumen de las exportaciones españolas al Reino Unido.

Da la impresión que Johnson empieza a recular ahora y tras el fracaso electoral de Donald Trump con el que el premier inglés ha perdido un aliado fundamental, porque Joe Biden no está por ahora interesado en construir una zona de libre comercio entre Inglaterra y los EEUU como lo pretendían Johnson y Trump.

Y a lo que habría que añadir el riesgo para Inglaterra de que Escocia e Irlanda del Norte decidan abandonar el Reino Unido en los próximos años, para luego pedir el ingreso en la UE.

De momento la negociación entre Londres y Bruselas sigue en tres frentes aún abiertos. La pesca, el reglamento de control de un Brexit pactado, y en la necesidad de que el Gobierno del Reino Unido garantice a la UE que, si continúa en el ‘mercado único’ europeo, no financiará a sus empresas exportadoras burlando el libre e igualitario comercio entre ambas partes.

Entre tanto, y en caso de ruptura final del Brexit, la Comisión Europea ha preparado un plan para prorrogar un año la pesca en aguas británicas (lo de que debe aceptar Londres) y prorrogar seis meses las actuales normas del transporte de mercancías y de los viajeros hasta que se pueda normalizar la situación y el impacto inicial de una posible ruptura total.

La que tampoco hay que descartar, por más que el último aplazamiento de esta crisis ha dejado abierto un resquicio de esperanza de aquí a final de año y ya veremos si Londres y Bruselas lo aprovechan en pos de un buen acuerdo final.

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