martes, 24 de noviembre de 2020

México y Brasil muestran trayectorias inflacionarias divergentes

 NUEVA YORK.- Los precios al consumidor en las dos economías más grandes de América Latina divergieron a principios de noviembre, lo que complicó los planes de Brasil de mantener su tasa de interés de referencia en un mínimo histórico y mientras que le dio súbitamente a México espacio para recortar la suya.

Los precios de Brasil subieron un 4,22% respecto del año pasado, superando el objetivo de 2020 de 4% por primera vez desde mediados de febrero, según datos publicados el martes. Mientras tanto, la inflación anual en México se ralentizó al 3,43%, menos de lo esperado por todos los analistas en una encuesta de Bloomberg, y por debajo del techo objetivo del país.

Brasil y México han puesto las bajas tasas de interés en el centro de los planes para reactivar el crecimiento tras las recesiones históricas causadas por el coronavirus. Ambos países están lidiando con vientos en contra, incluidos mercados laborales débiles y la demanda desigual en diferentes sectores de la economía. Aun así, sus perspectivas de política monetaria se han visto afectadas por los recientes aumentos de precios al consumidor.

En Brasil, los encarecidos alimentos y combustibles pondrán a prueba la promesa del banco central de mantener la tasa de interés clave en 2%. Los encargados de la política monetaria se han apegado a su mensaje de que pasarán las presiones al alza y que es probable que los costos de endeudamiento se mantengan en un mínimo histórico.

El banco central de México, conocido como Banxico, detuvo este mes un ciclo de 11 recortes de tasas consecutivos debido a una inflación por encima del objetivo. Desde entonces, un período de 12 días de grandes descuentos minoristas similares al Black Friday ayudó a deprimir los precios de las mercancías no alimentarias, mientras que los costos frutas y verduras también cayeron.

Los analistas en una encuesta semanal del banco central de Brasil han elevado sus pronósticos de precios al consumidor para 2021 durante cinco semanas consecutivas, y hay señales de que la inflación más rápida ha comenzado a afectar el consumo. Las ventas minoristas en septiembre aumentaron menos de lo esperado a medida que las ventas de supermercados, incluidos alimentos y bebidas, cayeron un 0,4%.

Mientras que los operadores en futuros de tasas de interés todavía ven mayores costos de endeudamiento a partir de principios del próximo año, muchos economistas esperan que el banco central de Brasil evite aumentos de tasas a menos que haya un cambio significativo en la política fiscal de la nación.

Del mismo modo, el banco central de México, tradicionalmente conservador, podría esperar hasta que los efectos de la temporada de compras hayan desaparecido antes de decidir si recortar más la tasa de referencia.

Apresurarse en reducir las tasas “no es la forma en que Banxico implementa la política monetaria”, dijo Jessica Roldan, economista de la corredora mexicana Finamex. “Creemos que Banxico esperará hasta el próximo año, una vez que se entregue el aumento del salario mínimo y se hayan materializado los posibles efectos directos e indirectos, para hacer cualquier movimiento”.

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