martes, 22 de septiembre de 2020

El Bundesbank revela que el BCE tiene cada vez más poder sobre el tipo de cambio del euro


FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) no se cansa de repetir que el tipo de cambio del euro no está entre sus objetivos: sus políticas y herramientas no apuntan al 'precio' del euro. Sin embargo, el banco central tiene una enorme y creciente influencia sobre la moneda del bloque a través de su política monetaria y sus mensajes, según ha revelado un trabajo publicado por el Bundesbank.

El BCE se encuentra en una posición difícil (es imposible soplar y sorber a la misma vez). Por un lado, el banco central asegura que vigila los movimientos del euro, puesto que la apreciación de la divisa única puede generar un lastre más pesado para la inflación del área monetaria, que se encuentra ya en territorio negativo. 

Sin embargo, a la vez que vigila los movimientos del euro debe evitar dar la impresión de que está tomando medidas para depreciar la moneda, lo que podría desencadenar una guerra de divisas y quedaría expuesto a las acusaciones de manipulador de divisas, lanzadas en los últimos años por el presidente estadounidense, Donald Trump.

Cuatro estudios publicados el lunes por el Bundesbank sugieren que la influencia del BCE sobre el tipo de cambio, incluyendo el del euro contra el dólar, es significativa y ha crecido más desde última reciente crisis financiera, al igual que la volatilidad que se produce en los días previos a las decisiones de política monetaria. Una comunicación cada vez más extensa y directa, junto con unos programas de compras de activos que han inundado el mercado de euros, son algunas de las políticas que podrían estar influyendo en el tipo de cambio del euro más allá de los fundamentales de la economía.

Uno de los estudios publicados sostiene que el impacto del BCE fue mucho mayor cuando el banco puso en marcha su maquinaría para reducir los tipos de interés a largo plazo. Se calcula que el euro se depreció un 0,70% contra el dólar, el yen japonés y la libra esterlina.

"Esto sugiere que los potenciales efectos del tipo de cambio deberían ser tomados en cuenta cuando se comunica la política monetaria", señala el informe del Bundesbank.

En la última reunión del banco central, se esperaba que la presidenta, Christine Lagarde, mandase un mensaje claro que debilitase al euro ante la amenazante deflación. Sin embargo, la francesa volvió a insistir en que el BCE no toma medidas para influir en el tipo de cambio del euro, un error de cálculo que provocó una fuerte apreciación de la divisa única ante el dólar.

La presidenta del BCE puso el acento en la "vigilancia" sobre los movimientos del euro. Se encargó de dejar claro que esto suponía un cambio inédito: "Quiero destacar que esta vez hemos incluido la apreciación del euro en la reunión, algo que no habíamos hecho antes, porque este movimiento es importante para los precios en la zona euro, de modo que estamos mirando con atención el tipo de cambio", pero no fue suficiente y el euro subió con fuerza, lo que evidencia el poder que tiene el banco central sobre la divisa solo a través de la comunicación.

El mercado vio insuficiente una retórica que no vino apoyada de medidas concretas y por ello se quedó con la otra cara del discurso: "No apuntamos al tipo de cambio porque no es nuestro mandato", reiteró en varias ocasiones. A esto se unieron otros dos factores que apoyaron el auge del euro.

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