LONDRES.- Bancos
centrales de todo el mundo desarrollaron una serie de “herramientas
concretas” para prepararse mejor para los riesgos que el cambio
climático representa para la economía.
Daños
a las cadenas de suministro, cambios en los patrones de migración
laboral y correcciones más frecuentes a las expectativas de inflación a
corto plazo producto de trastornos son solo algunos de los desafíos que
enfrentarán en el futuro los encargados de política monetaria. Un grupo
de bancos centrales conocido como la Red de Bancos Centrales y
Supervisores para Ecologizar el Sistema Financiero (NGFS, por sus siglas
en inglés) dice que sus nuevos escenarios de referencia y una guía de
análisis los ayudarán a sortear las consecuencias del calentamiento
global.
Contribuir
al estudio del calentamiento global se ha vuelto cada vez más
importante para las autoridades monetarias, luego de que en los últimos
años surgiera evidencia de que las mayores temperaturas tienen severas
consecuencias en la manera en que funciona la economía, debido a que los
desastres climáticos son cada vez más frecuentes y tanto empresas como
consumidores se adaptan a tecnologías más ecológicas.
“El
cambio climático es una de las fuerzas estructurales más importantes
que dan forma a la economía global”, señaló la NGFS, que está conformada
por 66 bancos centrales y supervisores. “Su impacto será sustancial y
diverso y afectará a todos los agentes económicos y sectores de todo el
mundo”.
Entre las recomendaciones que la NGFS mencionó para los encargados de política monetaria se cuentan:
considerar
posibles efectos del cambio climático más allá de su horizonte de
políticas;estudiar el impacto del calentamiento global en la gestión de
riesgos y la transmisión de estímulos;buscar experticia en temas que
normalmente se encuentran fuera de su ámbito natural;mejorar sus
estrategias de comunicación.
En
un artículo de opinión publicado el miércoles, la miembro de la junta
del Bundesbank Sabine Mauderer y la directora ejecutiva del Banco de
Inglaterra, Sarah Breeden, señalaron que los bancos centrales deben
comprender y explicar mejor los efectos del cambio climático y las
contramedidas adoptadas.
“Solo
podemos lograr esto si hacemos de los modelos climáticos un componente
integral de nuestros análisis y métodos de proyección”, escribieron.
Ambas presiden equipos multidisciplinarios en la NGFS.
El
grupo señaló que está trabajando para conseguir un conjunto actualizado
de escenarios que se darán a conocer más adelante este año e instó a
“todos, no solo bancos centrales y supervisores, a participar”.
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