GINEBRA.- El director general de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), el brasileño Roberto Azevedo,
anunció este jueves su dimisión por "razones familiares" antes del final
de su mandato, en plena pandemia de coronavirus que ha desatado una
crisis mundial.
Preguntado por esta cuestión, el presidente
estadounidense Donald Trump, que denunció varias veces el funcionamiento
de la OMC, dijo desde la Casa Blanca: "Para mi no es un problema, la
Organización Mundial del Comercio es horrible".
Azevedo anunció que abandonará sus funciones a finales de
agosto, un año antes de poner fin a su segundo mandato, y aseguró que no
tiene "ningún proyecto político".
En su país algunos le atribuyen ambiciones para las presidenciales de 2022 frente al jefe de Estado saliente, Jair Bolsonaro.
"Se
trata de una decisión personal, una decisión familiar, y estoy
convencido de que esta decisión sirve los intereses de esta organización
de la mejor manera posible", dijo en una video conferencia de los
miembros de la OMC.
La salida prematura del brasileño se produce
en el peor momento para la economía mundial desde la Gran Depresión, en
los años 1930.
El comercio internacional se ve gravemente afectado
por la nueva pandemia de coronavirus, que provocó el colapso de la
producción, y que llegó a confinar a más de dos tercios de la humanidad.
La
OMC atraviesa una crisis profunda desde hace meses, ya que Estados
Unidos se opone desde el 11 de diciembre a la renovación del órgano de
apelación en los litigios comerciales.
Los países miembros acuden a
un órgano de resolución de diferendos cuando tienen un litigio
comercial entre sí.
Los procesos de resolución son muy largos, suelen
durar años, y el órgano de apelación es el que normalmente acaba
dirimiendo las controversias.
La renuncia de Azevedo "cae en un
mal momento para la institución", estima Sébastien Jean, director del
centro de estudios prospectivos y de información internacionales.
"El
sistema comercial está profundamente desestabilizado por las tensiones
previas, en particular las duras críticas del presidente de Estados
Unidos, las múltiples violaciones de los acuerdos, la guerra comercial
entre Estados Unidos y China y la parálisis del órgano de apelación. Sin
olvidar las medidas comerciales adoptadas en respuesta a la crisis, en
particular las restricciones a las exportaciones diversas y variadas",
explica.
Diplomático de
carrera, Roberto Azevedo, que asumió el liderazgo de la OMC en 2013, al
suceder al francés Pascal Lamy, comenzó su segundo mandato de cuatro
años en septiembre de 201 y finalizaba en agosto de 2021.
Antes de
ser director general de la OMC fue el representante permanente de
Brasil ante esa organización desde 2008, donde se forjó una reputación
de buen negociador. Allí ganó litigios claves para Brasil, como el caso
de las subvenciones al algodón contra Estados Unidos y el de las
subvenciones a la exportación de azúcar contra la Unión Europea.
En
su primera candidatura, hizo hincapié en que su elección desbloquearía
las negociaciones comerciales que estaban estancadas desde hacía años.
En
2014, después de seis meses de bloqueo, los estados miembros de la OMC
dieron luz verde al lanzamiento de un acuerdo aduanero histórico (TFA),
destinado a dinamizar el comercio mundial, simplificando los
procedimientos de las aduanas.
Sin
embargo, desde entonces, los países han tenido dificultades para
concertar nuevos acuerdos y ni siquiera han llegado a uno para prohibir
las subvenciones a la pesca.
La conclusión de un acuerdo con
respecto a este tema fracasó en la 11ª reunión ministerial de la OMC,
celebrada en Buenos Aires, a finales de 2017.
La 12ª reunión
ministerial, prevista del 8 al 11 de junio en Nur Sultán, Kazajistán, y
sobre la que la OMC había depositado muchas expectativas, tuvo que ser
pospuesta indefinidamente debido a la pandemia de COVID-19.
A
pesar de sus intentos, Azevedo tampoco logró impedir las guerras
comerciales desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Estados
Unidos insta a la OMC a revisar el estatuto de China que, según
Washington, abusa de su condición de país en desarrollo para obtener una
ventaja económica.
Queda por ver quién podría retomar la
dirección de la OMC. En Ginebra, las miradas se dirigen hacia África,
según varias fuentes diplomáticas.
"Existe
un consenso (...) para que la sucesión no vuelva a una gran potencia
económica, y no puede ser ni un chino ni un estadounidense" dada la
guerra comercial que se libran las dos potencias, indicó una fuente
diplomática.
El brasileño de 62 años ha encabezado la entidad con sede en Ginebra desde 2013 y está desempeñando un segundo mandato que debía concluir originalmente a fines de agosto del 2021.
Azevedo dijo que tomó la “decisión personal” después de hablar con su familia y que no se debe a razones de salud o por ambiciones políticas específicas.
De acuerdo al texto del comunicado que envió a los miembros de la OMC, Azevedo dijo creer también que es lo que más interesa a la organización.
“Ahora que los miembros están empezando a perfilar la agenda de la OMC por las nuevas realidades tras el COVID, deberían hacerlo con un nuevo director general”, comentó en una reunión virtual con los miembros nacionales el jueves.
Su salida llega en un momento difícil para la OMC, una entidad con 25 años de antigüedad que ha visto minada su papel en el arreglo de disputas después de que su Organismo de Apelaciones quedó paralizado en diciembre por la decisión de Washington de bloquear el nombramiento de jueces.
Desde que comenzó la crisis del COVID-19, Azevedo ha pedido a los gobiernos que no impongan restricciones a las exportaciones de alimentos o suministros médicos.
El brasileño de 62 años ha encabezado la entidad con sede en Ginebra desde 2013 y está desempeñando un segundo mandato que debía concluir originalmente a fines de agosto del 2021.
Azevedo dijo que tomó la “decisión personal” después de hablar con su familia y que no se debe a razones de salud o por ambiciones políticas específicas.
De acuerdo al texto del comunicado que envió a los miembros de la OMC, Azevedo dijo creer también que es lo que más interesa a la organización.
“Ahora que los miembros están empezando a perfilar la agenda de la OMC por las nuevas realidades tras el COVID, deberían hacerlo con un nuevo director general”, comentó en una reunión virtual con los miembros nacionales el jueves.
Su salida llega en un momento difícil para la OMC, una entidad con 25 años de antigüedad que ha visto minada su papel en el arreglo de disputas después de que su Organismo de Apelaciones quedó paralizado en diciembre por la decisión de Washington de bloquear el nombramiento de jueces.
Desde que comenzó la crisis del COVID-19, Azevedo ha pedido a los gobiernos que no impongan restricciones a las exportaciones de alimentos o suministros médicos.
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