WASHINGTON.- La crisis económica por
el coronavirus podría borrar los progresos logrados en los últimos años
por los países pobres, advirtió este viernes el presidente del Banco
Mundial, David Malpass, quien reiteró su llamado a los acreedores
privados a participar en el plan de alivio de la deuda de estas naciones
presentado esta semana.
"Los avances en desarrollo logrados en los últimos años pueden perderse fácilmente" si no se actúa rápido, advirtió.
El Banco comprometió 160.000 millones de dólares en los
próximos 15 meses para el financiamiento de proyectos contra la
pandemia.
"Pero esto va a ser claramente insuficiente", sostuvo el titular del BM.
Este
fondo de 160.000 millones de dólares del BM beneficiará en un principio
a 25 países incluyendo a Ecuador, Haití y a varios países en África y
en Asia, incluyendo a India, y el Banco espera ampliarlo a 100 naciones
para finales de mes.
A estos países les falta de todo, comentó
Malpass durante las reuniones semestrales del Banco y el FMI que este
año se celebran de forma virtual por la pandemia.
La institución
multilateral adoptó varios compromisos para los países más vulnerables
del mundo, muchos de ellos en América Latina, África y Asia, en una
semana en la que el G20 apoyó una iniciativa del G7 en acuerdo con el
Club de París que suspenderá por un año el servicio de la deuda para más
de 70 países pobres.
Malpass reiteró que se espera una caída
mayúscula del PIB global y que las estimaciones apuntan a que será más
profunda que la Gran Recesión de 2009, debido a una baja simultánea de
la producción, la inversión, el empleo y el comercio.
El FMI
espera una contracción global del 3%, pero la caída del PIB podría ser
mayor si la pandemia no es controlada antes de finales de junio y las
medidas de confinamiento deben prolongarse en el segundo semestre.
El
anuncio de liberar temporalmente a cerca de 76 países pobres de la
obligación de la deuda, entre ellos Honduras, Haití y Nicaragua, fue
acompañado de varios llamados del BM y del FMI para que se unan los
acreedores privados.
"Los acreedores comerciales de los
gobiernos deben apoyar el esfuerzo de reducción de la deuda también, no
aprovechar el aventón", indicó Malpass.
También lanzó un llamado a los gobiernos al uso responsable de los fondos.
"Si
un gobierno ahorra no pagando a los acreedores, se espera que lo usen
para salud, educación, la reconstrucción de trabajos, formas concretas
de ayudar a la gente pobre de su país", enfatizó.
En América
Latina la crisis será más marcada que en otras regiones con una
contracción del 5,2% y en el caso de España, un país muy golpeado por el
nuevo virus, la caída del PIB será del 8%.
El jueves el FMI
advirtió de la posibilidad de otra "década perdida" para Latinoamérica,
con una crisis que hace tambalear el tipo de cambio, el precio de las
materias primas, el turismo y golpea del lado de la oferta y de la
demanda por las restricciones y el confinamiento.
La pandemia ha
dejado al menos 145.673 muertos y más de 2 millones de personas
infectadas en todo el mundo hasta este viernes.
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