MADRID.- España despertó el domingo a su tercera semana bajo un cierre casi
total, mientras el gobierno se reunió para aprobar un refuerzo de las
medidas, y el número de muertes por coronavirus aumentó en 838 casos de
un día para otro a 6.528, un récord en la cifra diaria de
fallecimientos.
Situándose solo detrás de Italia en muertes, España también vio
aumentar las infecciones a 78.797 desde las 72.248 el día anterior.
El
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en un discurso para la
nación televisado el sábado por la noche, que todos los trabajadores no
esenciales deben permanecer en sus casas durante dos semanas, siendo
esta la última medida del gobierno en la lucha contra el coronavirus.
Dijo
que los trabajadores recibirían sus salarios habituales, pero que
tendrían que recuperar las horas perdidas más adelante. La medida
duraría del 30 de marzo al 9 de abril.
El domingo, la ministra de
Trabajo, Yolanda Díaz, dijo que la medida era “flexible” y que se
pagaría a los trabajadores, pero que se espera que recuperen sus días
perdidos antes del 31 de diciembre.
“Tenemos que conseguir una
movilidad absolutamente reducida (...) Necesitamos la restricción de
movilidad de un domingo”, dijo, añadiendo que teniendo en cuenta las
vacaciones de Semana Santa, el período que cubren las medidas es el
equivalente a ocho días de trabajo.
Se
sumó a los llamamientos de Sánchez para que la UE reaccione, diciendo
que es necesaria “una Europa en la que los derechos de los trabajadores y
las trabajadoras y de los pueblos europeos tienen que salir
fortalecidos”.
Los sindicatos acogieron con satisfacción las
medidas y los grupos empresariales CEOE y CEPYME dijeron que aunque
cumplirán con la nueva norma, “va a generar un enorme impacto sin
precedentes en la economía española, especialmente en sectores como el
industrial”.
“Este parón puede llevar a una crisis más profunda
de la economía que podría llegar a ser social”, advirtieron en un
comunicado.
El domingo, el responsable de emergencias del
Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, repitió la advertencia de que las
salas de cuidados intensivos se estaban saturando, pero dijo que los
casos se estaban estabilizando y “el incremento de nuevos casos ha
estado bajando en los últimos días”.
En Madrid, el canto de los
pájaros suprimió al ruido del tráfico en las calles desiertas el domingo
por la mañana, ya que la policía reforzó las patrullas, deteniendo a
autobuses y coches para controlar que los pasajeros tenían motivos para
estar fuera de sus casas.
El número de camas de un hospital
provisional para tratar a pacientes con coronavirus en el centro de
conferencias y ferias de IFEMA alcanzará pronto las 1.400, según la Comunidad de
Madrid.
En
pocos días el edificio se ha convertido en el mayor hospital de España,
con espacio para 5.500 camas, incluyendo 500 en cuidados intensivos.
Las
escuelas, bares, restaurantes y tiendas que venden artículos no
esenciales se encuentran cerrados desde el 14 de marzo y la mayoría de
la población está confinada en sus casas mientras España trata de frenar
el virus.
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