WASHINGTON/PEKÍN.- Estados Unidos está evaluando si el posible incremento de los aranceles a bienes chinos por un valor de casi 300.000 millones de dólares afectará a los consumidores, aunque se espera que pase al menos un mes antes de que se decidan estas alzas, dijo el miércoles el secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
Previamente este mes, Washington elevó aranceles ya existentes a
bienes chinos por un valor de 200.000 millones de dólares, lo que llevó a
Pekín a tomar medidas en represalias, después de que las conversaciones
entre las dos mayores economías mundiales para poner fin a una guerra
comercial de 10 meses quedaran estancadas.
El presidente
estadounidense, Donald Trump, quien adoptó políticas proteccionistas
bajo el lema de “Estados Unidos primero”, ha amenazado con aplicar
aranceles de hasta el 25% a las importaciones de bienes chinos por hasta
300.000 millones de dólares.
“Probablemente no se tomará una
decisión hasta dentro de unos 30 a 45 días más”, dijo Mnuchin en una
audiencia ante parlamentarios estadounidenses. Añadió que había
conversado con el jefe financiero de la gigante minorista Walmart sobre
cómo afectarían los aranceles a los consumidores.
Walmart, la
mayor cadena minorista del mundo, ha dicho que sus precios subirán
debido a los gravámenes más altos sobre los productos chinos importados.
“Eso es algo que puedo asegurarle: el presidente tomará en
cuenta este asunto antes de tomar cualquier decisión”, declaró Mnuchin
ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de
Representantes.
Mnuchin
dijo previamente a la prensa que las autoridades estadounidenses no
tenían prevista una visita Pekín para sostener más negociaciones
comerciales, según indicó la CNBC.
Las últimas discusiones entre
Pekín y Washington finalizaron el 10 de mayo, el mismo día en que Trump
decidió elevar los aranceles sobre bienes importados chinos y amenazó
con gravar el resto de los productos procedentes de la nación asiática.
Las
negociaciones entre las dos potencias quedaron en suspenso después de
que este mes las delegaciones chinas buscaran aplicar cambios
importantes al texto de un acuerdo propuesto que ya había sido aprobado
por el Gobierno de Trump en buena parte.
A primera hora del
miércoles, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, dijo que el país
mantenía abierta la puerta a más negociaciones comerciales con Estados
Unidos, pero añadió que Pekín no aceptaría acuerdos injustos.
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