SAO PAULO.- Los
campos de Mato Grosso de Brasil, el estado productor de soja más grande
del país, han estado plagados de sequedad y calor sofocante esta
temporada. Eso suele ser la receta para rendimientos desastrosos. No
obstante, gracias a una mejor tecnología de cultivos, los agricultores
de todos modos podrían terminar con una cosecha récord.
Tomemos
el caso de Alexandre Di Domenico, que cultiva soja en unas 16.000
hectáreas en la parte noreste de Mato Grosso. Está viendo evidencia de
que sus rendimientos aumentarán un 10 por ciento este año a un promedio
de 3.600 kilogramos por hectárea (53,5 bushels por acre). Eso es incluso
después de que sus campos se enfrentaran a 20 días sin casi nada de
lluvia entre diciembre y enero.
"Estamos
en un lugar diferente al de hace unos años", señaló Domenico en una
entrevista durante una reunión de agricultores en el municipio de
Querencia. El aumento en el uso de aditivos de calcio ha aumentado el
potencial de cultivo en el área, comentó. "Los agricultores han
provenido de una serie de buenos años y han invertido mucho en mejorar
el suelo", indicó.
Los
rendimientos de los cultivos mundiales se han disparado en los últimos
años gracias a los avances en tecnología de semillas, pesticidas,
herbicidas y otros insumos. El auge de las cosechas mundiales ha ayudado
a mantener la inflación de los alimentos relativamente moderada,
incluso cuando el cambio climático ha incrementado los riesgos de la
sequía, el calor y las tormentas.
En Brasil, las abundantes cosechas en
las últimas temporadas también han ayudado a aumentar las ganancias de
los agricultores, permitiéndoles invertir más en sus campos.
Itamar
Dagnese, que cultiva soja en unas 2.300 hectáreas en Canarana, está
cosechando un promedio de 3.900 kilogramos por hectárea este año. Si
bien eso es un 15 por ciento más que el promedio más alto de la nación,
alcanzado el año pasado, Dagnese no está completamente feliz.
"Podríamos
obtener 4.200 kilogramos si no fuera por la sequía. Nos estamos
volviendo más productivos, pero los costos también están aumentando",
indicó Dagnese.
Sin
embargo, el mal clima podría dañar algunos campos más que otros,
especialmente en los casos en que los agricultores siembran cultivos con
ciclos de crecimiento más cortos. Según Andre Debastiani, analista de
Agroconsult, puede que los rendimientos promedio en el estado sean
inferiores en un 2 por ciento a los del año pasado.
Debastiani,
junto con otros analistas y agrónomos, recorrieron campos en la parte
oriental del estado la semana pasada en un recorrido de cultivos para
medir el potencial de rendimiento. Si bien anticipa que los rendimientos
caerán ligeramente, eso debería ser compensado con creces por un
aumento en el área sembrada, dijo, pronosticando la producción en 33
millones de toneladas métricas, frente a los 32,3 millones del año
pasado.
"Los
agricultores han invertido en sus campos y los suelos están mostrando
una creciente resistencia a las condiciones estresantes", indicó
Debastiani durante la gira de cultivos.
Aun cuando los cultivos en los
estados de Paraná y Mato Grosso do Sul se vieron más afectados por el
calor, la producción nacional todavía podría ser de aproximadamente 115
millones de toneladas, la segunda más grande de la historia, comentó.
"A pesar de los problemas, esta seguirá siendo una gran cosecha", puntualizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario