MADRID.- Conforme nos acercamos al final de ciclo y a una posible recesión, la renta fija va adquiriendo protagonismo como aliado de las carteras en momentos turbulentos del mercado.
A
pesar del actual rally, alimentado por la Fed, muchos analistas
coinciden en que la economía se dirige inevitablemente a una recesión.
Sin embargo, los inversores que buscan diversificar aún tienen tiempo
suficiente e incorporar bonos en cartera debería convertirse una
prioridad absoluta.
"Dudábamos que el mercado pudiera
darse la vuelta, pero gracias al presidente de la Reserva Federal,
Jerome Powell, que ha mostrado su faceta de caballero de brillante
armadura, hemos empezado a respirar nuevamente y esperamos lo mejor",
explica AltheaSpinozzi, especialista en renta fija de Saxo Bank, en
referencia al rally visto en los últimos días del año.
Para
ella, este repunte solo se produjo por la expectativa del mercado de
que la Reserva Federal detenga el endurecimiento de la política
monetaria o incluso relaje las condiciones.
"Los inversores
podrían estar ignorando que el ciclo actual comenzó hace mucho tiempo y
en algún momento llegará a su fin inevitablemente", recuerda.
¿Cuánto tiempo nos queda?
Para
Spinozzi la única pregunta relevante en este momento es cuántos meses
tenemos por delante antes de que la economía entre en recesión.
"Sé
que suena dramático, pero los comentarios del presidente de la Fed de
alguna manera vinieron a verificar la realidad con respecto a lo que
está sucediendo en los mercados. Desde SaxoBank creemos que la Reserva
Federal tiene poco control sobre lo que está por venir".
Y es que,
dice, el daño ya está hecho.
"La Fed podrá adoptar medidas que
retrasen, o incluso, anticipen una recesión, pero parece muy poco
probable que vayamos a poder evitarla", dice.
¿Por qué es esto?
En
2018, la política monetaria del banco central y la posible guerra
comercial entre Estados Unidos y China fueron los dos elementos que
dieron dirección al mercado.
Este año, estima la gestora, la
desaceleración económica mundial ocupará un papel aún más importante,
pero a diferencia de los elementos como la política o la guerra
comercial, no hay un remedio rápido que pueda aplicarse cuando el
crecimiento económico empieza a ralentizarse.
"Los inversores
deben armarse de paciencia y comprender que no hay nada que la Fed, el
Banco Central Europeo o el Banco de Japón puedan decir o hacer para
revertir esto. Si el orden global de las cosas, y aquí nos referimos a
los bancos centrales, la política y la economía, no operan en el mismo
equilibrio que antes, entonces llega la recesión", recuerda.
Esto no significa que haya que entrar en pánico.
"Es
posible que nos encaminemos hacia una recesión, pero aún no ha llegado,
y los inversores tienen tiempo todavía para reorganizar su cartera con
el fin de diversificar y crear un colchón. Es clave comprender dónde
está el riesgo y dónde las oportunidades", dice.
Spinozzi cree que
el mercado de renta fija ofrece muchas oportunidades interesantes, sin
perder de vista que los bonos proporcionarán un amortiguador a las
carteras diversificadas en las que las posiciones en renta variable
probablemente acusen una mayor volatilidad.
"La deuda con
vencimiento a corto plazo, de hasta tres años por ejemplo, es la mejor
opción debido a una razón táctica clave: a medida que el mercado
corrija, los bonos continuarán proporcionando un rendimiento específico
hasta vencimiento", afirma.
Pero una vez que el bono ha vencido, la especialista de Saxo Bank estima que la corrección de los mercados ya habrá tenido lugar, dando a los inversores la oportunidad de invertir en compañías que, con suerte, serán más baratas que ahora.
Pero una vez que el bono ha vencido, la especialista de Saxo Bank estima que la corrección de los mercados ya habrá tenido lugar, dando a los inversores la oportunidad de invertir en compañías que, con suerte, serán más baratas que ahora.
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