CARACAS.- La lucha por el control de Venezuela subió de temperatura el miércoles,
con una investigación de las autoridades que podría llevar a la
detención del autoproclamado presidente interino, el líder opositor Juan
Guaidó, y una nueva convocatoria suya a manifestarse en las calles.
El Tribunal Supremo de Justicia, la máxima corte venezolana, impuso
el martes por la noche una prohibición de viaje a Guaidó y congeló sus
cuentas bancarias, en una aparente represalia por las sanciones
petroleras establecidas por Estados Unidos, que se espera dañen más la
ya tambaleante economía de la nación OPEP.
Guaidó, un
ingeniero de 35 años, es reconocido como el líder legítimo de Venezuela
por Estados Unidos y la mayoría de los países del hemisferio occidental,
en el mayor desafío para el mandatario Nicolás Maduro desde que asumió
el poder hace nueve años.
El legislador opositor, que preside
la Asamblea Nacional controlada por la oposición, busca nuevas
elecciones argumentando que Maduro ganó un segundo mandato de manera
fraudulenta el año pasado. Guaidó además ofrece una amnistía para tentar
a los militares a abandonar al jefe de Estado.
Hasta el
momento, Maduro cuenta con apoyo de los militares, y es poco probable
que retroceda. Rusia y China también son apoyos estratégicos, lo que le
brinda respaldo diplomático frente a Washington en el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas.
Maduro, un exdirigente sindical
de 56 años y que sucedió a su carismático mentor, el fallecido
presidente Hugo Chávez, ha visto desplomarse la economía y la salida de
más de 3 millones de venezolanos huyendo de la escasez de alimentos, las
drogas y la hiperinflación.
Guaidó
convocó a nuevas manifestaciones y a una marcha masiva el fin de
semana, en un intento por mantener la presión sobre Maduro en las
calles. La acción del miércoles no sería una marcha masiva, sino una
serie de pequeñas concentraciones, según ha dicho el opositor.
La
oficina de derechos humanos de Naciones Unidas sostiene que protestas
asociadas a las manifestaciones contra el Gobierno han conducido a la
muerte a más de 40 personas en todo el país.
Los partidarios
del oficialismo también han estado en mítines liderados por aliados de
Maduro, quien en los últimos días ha visitado bases militares y
supervisado ejercicios de defensa.
Maduro ordenó la creación
de 50.000 “unidades populares de defensa” que, según él, se encargarían
de la “defensa integral de la patria”. Si bien no estaba claro si
estarían armados, la estrategia reflejaría la preocupación del gobierno
de que Estados Unidos pueda intentar derrotar militarmente a Maduro.
El
Pentágono no ha querido descartar acciones militares, pero la mayoría
de los expertos no las ve probables. Entre los principales asesores del
presidente Donald Trump hay veteranos de la Guerra Fría relacionados con
intervenciones militares.
El asesor de Seguridad Nacional
estadounidense, John Bolton, alimentó especulaciones esta semana cuando
los reporteros vieron que llevaba escrito en una libreta “5.000 tropas a
Colombia”.
También se espera que las sanciones golpeen
fuertemente la vida diaria en Venezuela, donde el gasto público se
financia casi en su totalidad con los ingresos del petróleo.
El
fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, pidió una investigación
preliminar sobre Guaidó basándose en que había ayudado a países
extranjeros a interferir en asuntos internos.
El presidente
del Tribunal Supremo, Maikel Moreno, al anunciar la investigación, la
prohibición de viajar y las restricciones financieras, dijo que la
decisión fue tomada expresamente para “proteger la integridad del país”.
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