WASHINGTON.- Estados Unidos comenzó a
aplicar este lunes aranceles del 10% a bienes chinos importados por
valor de 200.000 millones de dólares, un paso más en la guerra comercial
con China, que acusa a Washington de "intimidación" basándose en
"acusaciones falsas".
Los aranceles comenzaron a aplicarse en el
primer minuto de este lunes (04:01 GMT) y se espera que Pekín responda
con aranceles de entre 5% y 10% a productos estadounidenses por valor de
60.000 millones de dólares.
Los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump ya
afectan al 12% de las importaciones totales de Estados Unidos este año.
Desde
que entró a la Casa Blanca, en enero de 2017, Trump reclama a China
poner fin a prácticas comerciales que considera desleales y que según él
restan inversiones y destruyen empleos en Estados Unidos.
"Estas
prácticas son una grave amenaza a largo plazo para la prosperidad
económica de Estados Unidos", dijo al anunciar los nuevos aranceles la
semana pasada.
Pekín respondió el lunes acusando a Estados Unidos
de hacer "acusaciones falsas" y de utilizar "el aumento de los aranceles
y otros medios de intimidación económica, para intentar imponer sus
propios intereses en China por la vía de una presión extrema".
La
crítica la emitió el Consejo de Estado chino en un documento sobre las
tensiones económicas y el comercio con Washington, estimando que desde
la llegada de Trump "con el lema 'Estados Unidos primero'" Washington
adoptó "el unilateralismo, el proteccionismo y la hegemonía económica".
El domingo, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aseguró a la cadena Fox que iban "a ganar" la guerra comercial.
La
medida de reciprocidad de Pekín sobre productos estadounidenses por
60.000 millones de dólares comenzará a aplicarse poco después de la de
Estados Unidos.
China elaboró una lista de 5.200 bienes
estadounidenses con aranceles de entre 5% y 10% que incluyen productos
clave para Estados Unidos, como el gas natural licuado, la electrónica,
el aceite de menta, el cuero de cerdo y los preservativos.
Las nuevas medidas de
Pekín suponen que China impondrá aranceles a productos estadounidenses
por un valor total de 110.000 millones de dólares, es decir, casi todo
lo que China compra a Estados Unidos.
Trump amenaza ahora con pasar a la "fase tres" de la
guerra comercial, con aranceles a productos por un monto adicional de
267.000 millones de dólares, es decir, todos los bienes que Estados
Unidos compra a China.
La esperanza de resolver el conflicto se
diluye tras el anuncio del Wall Street Journal que Pekín canceló una
visita de su equipo negociador a Washington prevista entre el 27 y el 29
de septiembre.
Las últimas negociaciones, en agosto, no concluyeron con avances.
El
Fondo Monetario Internacional advirtió la semana pasada que el
enfrentamiento comercial entre China y Estados Unidos podría tener un
"impacto significativo" en ambas economías.
Y la agencia de calificación financiera Ficht recortó su estimación de crecimiento económico en China para 2019.
La nueva salva a las importaciones de productos chinos llevará los aranceles a 10% hasta fin de año y a partir de ahí a 25%.
Los
productos de la lista estadounidense incluye receptores de voz
digitales, módulos de memoria, procesadores o fotocopiadoras.
Sin
embargo Washington tuvo que retirar de la lista inicial unos 300 tipos
de productos —como relojes inteligentes, aparatos de bluetooth, sillas
de coche y alzadores para niños o cascos de bicicleta— por las quejas de
empresas como Walmart o Apple.
Walmart advirtió que si se imponen
más aranceles a productos chinos no tendrá otra opción que aumentar los
precios en sus tiendas.
Las autoridades estadounidenses
insistieron en que la puesta en marcha escalonada dará tiempo a las
empresas para encontrar nuevos proveedores.
Los analistas, que
acusan a Estados Unidos de lanzar "la mayor guerra comercial de la
historia", creen que Pekín podría ahora tomar medidas más duras contra
empresas estadounidenses en China o restringir las exportaciones de
productos cruciales.
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