BUENOS AIRES.- Mauricio
Macri cumplirá este martes un año como presidente electo de Argentina
con la satisfacción de haber abierto las relaciones del país con el
mundo tras 12 años de gobiernos kirchneristas pero con el desafío de
acabar con los altos índices de pobreza y sanear una economía que sigue
en recesión.
"Son pequeños pasos todos los días. No vamos a ser lo que
tenemos que ser, uno de los países más importantes del mundo, en un año.
Nos va a llevar años. Pero lo importante es el camino", dijo el mandatario, de 57 años, en una entrevista con el diario
"Clarín".
Conseguir la "pobreza cero", derrotar al narcotráfico,
mejorar la calidad democrática y tener buenas relaciones con todos los
países fueron los principales ejes de su campaña electoral, que culminó
con su triunfo, el 22 de noviembre de 2015, en una inédita segunda
vuelta frente al kirchnerista Daniel Scioli.
Sin embargo, las cifras de la macro y la microeconomía
siguen sin repuntar: la actividad económica cayó un 2,6 % en agosto y la
industria un 7,3 % en septiembre; y se estima que en este tiempo se han
perdido unos 120.000 empleos, sobre todo en el sector de la
construcción.
Además, mientras durante meses el Gobierno insistió en que
la economía se recuperaría en el segundo semestre de 2016 -algo que
todavía no ha sucedido-, los primeros datos oficiales en tres años
sitúan la pobreza en el 32,2 % de la población.
Una situación, la de la vulnerabilidad social, que no es
ajena a Macri, quien recalca que en su gestión se han dado los pasos
necesarios para comenzar a revertir esos datos y enderezar el rumbo del
país tras la delicada situación en la que asegura lo dejó su antecesora,
Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
No obstante, el Ejecutivo reitera que la inflación, uno de
los históricos problemas de Argentina, va a dejar de ser un preocupación
-en octubre fue de un 2,4 % con respecto al mes anterior-, y espera que
en 2017 la economía crezca alrededor del 3,5 %, gracias en parte a su
nueva visión de apertura comercial que promueva las inversiones frente
al periodo proteccionista del kirchnerismo.
"Por más que uno llegue a tener un buen diálogo con el
mundo, en un año de gestión es imposible que Argentina logre atraer el
nivel de inversiones y reactivar la economía como lo esperaba el
Gobierno", dijo la analista política Gretel Ledo, para quien el
Ejecutivo tiene una "expectativa alta" sobre una reactivación que
todavía no se dio y por lo que la ciudadanía ya le está pidiendo una
respuesta.
A su juicio, la inseguridad ciudadana -muchas veces derivada
del narcotráfico-, la falta de creación de empleo, el control de
precios y la degradación de salarios son todavía materias pendientes
para el Gobierno del conservador frente Cambiemos, al que le atribuye el
"claro logro" de llevar a cabo "un cambio de paradigma a nivel de
inserción internacional".
"Está de alguna manera sentando un precedente para generar
el marco de seguridad jurídica para atraer inversiones", añadió la
analista.
Entre las principales medidas económicas impulsadas por
Macri destaca la normalización del mercado cambiario, así como el
acuerdo alcanzado con fondos que denunciaron al Estado por deuda en mora
desde 2001, la reducción de gravámenes a las exportaciones agrarias e
industriales y la flexibilización de las importaciones.
Para el analista de opinión pública Jorge Giaccobe, entre la
ciudadanía hay una idea de que el año próximo será mejor y, según él,
los inversores, antes de confiar en el país, esperan la llegada de un
2017 que servirá para ver cómo se comporta el Gobierno y si su gestión
es refrendada en las elecciones legislativas.
"La gente está reconociendo que hay avances respecto a
controlar la inflación, que hay otro clima político y social, mucho más
tranquilo. Hay una opinión pública que valora un Gobierno que parece
decirle la verdad y valora las intenciones de inserción en el mundo",
añadió el analista.
Según los datos que maneja Giacobbe, actualmente Macri
cuenta con un 51 % de imagen positiva y un 60 % de los ciudadanos
mantiene buenas expectativas tras un año que fue "difícil para todas las
familias argentinas".
Y es que son cada vez más frecuentes las manifestaciones
convocadas por sindicatos y organizaciones sociales clamando contra los
fuertes aumentos aprobados por el Gobierno en las tarifas de servicios
públicos, la inflación y los despidos.
"Esta desatención de la política doméstica puede llegar a
arruinar a un Gobierno que ha tenido logros más que buenos en el plano
internacional pero no han repercutido a nivel interno en la política
nacional", afirmó Ledo.
Mientras, la oposición, carente de líderes claros, sigue
encabezada por el sector kirchnerista del peronismo, que acusa duramente
a Macri de incumplir sus promesas de campaña y de estar detrás de la
"persecución" contra sus principales figuras, entre ellas la
expresidenta, acusadas en diversas causas.
Ahora, el presidente, que aboga por lograr una Justicia
independiente, está convencido de que su propuesta ganará los comicios
que en unos meses renovarán parte de los diputados y senadores del
Congreso argentino, al considerar que la población está cansada de
décadas de populismo, mala gestión y corrupción.
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