LONDRES.- La primera ministra británica Theresa May
intentó este lunes tranquilizar a los empresarios preocupados por el
Brexit, aunque no dio respuestas definitivas sobre las cuestiones clave
de la inmigración y del acceso al mercado europeo.
"El
enfoque correcto es no tener prisa antes de haber terminado el trabajo
de preparación y tomar tiempo para tener clara nuestra posición en la
negociación" para salir de la Unión Europea, dijo May ante un centenar
de empresarios de la Confederation of British Industry (CBI), la
principal organización patronal del país.
La
mayoría de dirigentes de la CBI quieren que el Reino Unido se queda en
la UE, al contrario de la voluntad de los británicos expresada en el
"sí" que se impuso en el referéndum del 23 de junio.
Desde entonces muchos empresarios piden al
gobierno conservador que ponga en marcha el proceso de salida de la UE
con bases claras para evitar la incertidumbre, perjudicial para el
entorno económico.
Las complejas
negociaciones con Bruselas empezarán cuando el gobierno británico active
oficialmente el artículo 50 del tratado de Lisboa, algo que quiere
hacer antes de marzo.
La primera ministra reconoció que el sector financiero necesita "claridad" sobre cómo se desarrollará el proceso.
Sin
embargo no dio detalles sobre las dos principales preocupaciones de los
empresarios: saber si podrán seguir contratando a trabajadores europeos
que puedan instalarse libremente en Gran Bretaña y si seguirán teniendo
acceso libre y sin barreras al mercado europeo.
May
se limitó a avanzar algunas de las medidas presupuestarias, las
primeras tras el referéndum del Brexit, que su ministro de Finanzas
Philip Hammond presentará el miércoles.
Entre
ellas un aumento de 2.000 millones de libras anuales (2.3000 millones
de euros) hasta 2020 del presupuesto de investigación y desarrollo, una
medida que servirá para reforzar el objetivo de Londres de convertirse
en referencia europea en alta tecnología.
"Este
anuncio es muy positivo. Siempre se puede pedir más pero no es
despreciable" dijo Mark Lloyd Davies, un responsable británico del grupo
estadounidense de productos farmacéuticos y de higiene Johnson &
Johnson que participaba en la conferencia.
La
CBI también se felicitó de esta medida, "un gran paso en la buena
dirección", todavía más en un sector, el tecnológico, "en el que el
Reino Unido tiene retraso en relación a algunos de sus socios", según
Rain Newton-Smith, el economista de la patronal.
Sin
embargo Richard Brook, presidente de la Asociación de Organizaciones
para la Innovación, la Investigación y las Tecnologías (Airto), pidió
que esta medida "no sustituya la financiación que hasta ahora venía de
la UE".
En su intervención, la premier
británica también afirmó que el su gobierno quiere construir un sistema
fiscal "profundamente proinnovación" y recordó su compromiso de rebajar
el impuesto de sociedades del 20% al 17%, el nivel más bajo de los
países ricos y emergentes del G20.
Otra de
las posibles medidas fiscales que se anunciaran el miércoles es un plan
de inversiones de 1.300 millones de libras (unos 1.500 millones de
euros) para renovar las carreteras del país.
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