PARÍS.- Medio centenar de
diputados del Partido Socialista francés, ecologistas y del Frente de
Izquierdas pidieron hoy al presidente del país, el socialista François
Hollande, que "actúe sin tardar para salir de la crisis" actual, ya que
"la oposición contra su reforma laboral es mayoritaria".
En una carta, los firmantes recuerdan al jefe de Estado que Francia
"atraviesa un período de tensiones sociales sin precedentes con la
izquierda en el ejercicio del poder" y estiman que era algo
"previsible", contra lo que, afirman, no han dejado de alertar.
Entre los firmantes figuran miembros del grupo de socialistas
llamados disidentes que el 10 de mayo se negaron a dar su voto al
proyecto de ley sobre la reforma laboral a su paso por la Asamblea
Nacional, donde fue aprobado en primera lectura, sin debate
parlamentario, al recurrir el Ejecutivo al artículo 49.3 de la
Constitución.
Los diputados reiteran su oposición a la utilización de dicho método
para sacar adelante "un tema tan esencial como el Código del Trabajo" y
consideran vital, al contrario, que el Gobierno retome las negociaciones
con los sindicatos y organizaciones de estudiantes que desde hace dos
meses y medio protestan en la calle.
Los sindicatos, liderados por la Confederación General del Trabajo
(CGT), hicieron también hoy un llamamiento conjunto para "continuar y
ampliar las movilizaciones" para lograr "convergencias de lucha
interprofesionales" preparatorias de la próxima jornada nacional de
protesta, el 14 de junio, fecha en que llegará al Senado el proyecto de
ley.
Tanto Hollande hoy como el primer ministro francés, Manuel Valls, la
víspera, han reiterado su postura de firmeza para que la ley sea
aprobada sin traicionar su esencia, que estiman condensa su artículo 2,
donde se establece la primacía de la negociación dentro de la empresa,
en detrimento de los convenios colectivos.
Un punto que resulta inaceptable para los sindicatos y que los
diputados, entre ellos exministros como Aurélie Filipetti, Cécile Duflot
o Benoît Hamon, piden a Hollande que negocie.
Para los firmantes "todavía es posible" salir de la crisis generada
si se retoma cuanto antes el diálogo con todas las partes implicadas, ya
que el proyecto de ley plantea reformas "que inquietan legítimamente y
dividen inútilmente a la izquierda", además de flexibilizar y generar
inseguridad al conjunto de los franceses.
"No es nunca un deshonor tener en cuenta las aspiraciones del pueblo y
hacer una elección valiente" a favor de la calma y la construcción
colectiva, destacan.
Alertan de que, en su opinión, "obstinarse en darle la espalda hace correr a Francia grandes peligros para su futuro colectivo".
Desde hace más de una semana, todas las refinerías y centros
petroleros del país se han visto afectados en mayor o menor medida por
la protesta, así como otro tipo de infraestructuras como puentes, líneas
ferroviarias y autopistas.
El jueves, en la octava jornada de huelga, los trabajadores de las 19
centrales nucleares se mostraron mayoritariamente a favor la huelga,
mientras que para la semana próxima los sectores del transporte
ferroviario, metropolitano y aéreo tienen convocados paros, en algunos
casos indefinidos.
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