ATENAS.- El primer ministro
griego, Alexis Tsipras criticó duramente al Fondo Monetario
Internacional (FMI) en un discurso pronunciado hoy ante su grupo
parlamentario, el mismo día en el que se reiniciaron las negociaciones
entre Grecia y sus acreedores en Atenas.
Todo ello en medio de la tensión entre Gobierno heleno y FMI tras la
publicación el sábado por parte de Wikileaks de la supuesta
transcripción de una conversación entre los dos máximos responsables
para Grecia del fondo en el que se revelaban sus tácticas de
negociación.
Tsipras criticó al FMI, que en su opinión "fracasó en todas sus
previsiones sobre las consecuencias económicas de la crisis" y cometió
muchas "tonterías" en los programas de rescate "que contribuyeron al
empobrecimiento del pueblo heleno, a generar una crisis humanitaria sin
precedente en la UE, un incremento vertiginoso del desempleo y la
perdida de un cuarto del PIB (heleno)".
El primer ministro evocó al economista jefe del FMI Olivier
Blanchard, que llegó a reconocer en 2013 que los multiplicadores
utilizados por el organismo para evaluar las consecuencias de la crisis
fueron erróneos.
Con respecto al actual programa de rescate, Tsipras dijo haber
conseguido el mejor acuerdo para Grecia, e insinuó que es eso lo que al
FMI no le gusta.
"El FMI exigía introducir en el acuerdo (del 12 de julio de 2015)
medidas que había adoptado ya el Gobierno conservador y que nosotros
finalmente conseguimos excluir del acuerdo, como la liberalización
completa de los despidos, permitir los desahucios en cualquier tipo de
hipoteca o nuevos recortes en los salarios de los funcionarios",
aseguró.
Insistió en que el FMI no puede "aceptar que los dos programas de
rescate que ellos prepararon fracasaran, mientras que el tercero, fruto
de una dura negociación, consiga sus objetivos, y por eso rechazan los
datos, que todos los demás (el resto de acreedores) aceptan".
El FMI pide para unirse al tercer rescate una quita de la deuda
griega, que los acreedores europeos rechazan, y un incremento en los
recortes para alcanzar un superávit primario de entre 1,5% y 2,5%.
Sobre la negociación en curso con los acreedores el primer ministro
dijo que Grecia no pedirá "nada más" de lo que ya aceptó en el acuerdo,
pero que "no cederá ni un solo milímetro" de lo que está incluido en
dicho acuerdo.
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