FRÁNCFORT.- El presidente del BCE, Mario
Draghi, probablemente haga una defensa decidida de la política monetaria
ultraflexible este jueves, respondiendo así a un aluvión de críticas
por parte de políticos alemanes que se oponen a la receta del banco para
hacer frente a los problemas económicos de la zona euro.
Este jueves Draghi presumiblemente dará más detalles
sobre las últimas medidas de estímulo, anunciadas el mes pasado, que
contemplan las compras de bonos corporativos.
El BCE - del que no se esperan cambios en los tipos de
interés, que están en mínimos históricos - posiblemente querrá ver los
efectos de los dos paquetes de estímulos anunciados desde diciembre
antes de anunciar nuevas medidas, pero Draghi también reiterará sus
perspectivas sobre la evolución futuro del coste de los préstamos en los
años próximos.
El BCE ha relajado de forma agresiva sus políticas
monetarias, llevando los tipos de depósitos a niveles cada vez más
negativos y ampliando las compras de deuda con el fin de elevar la
inflación, deprimida por el derrumbe de los precios del crudo, que aleja
las esperanzas de llevar el aumento de los precios a su meta de cerca
del 2 por ciento en los dos próximos años.
Aunque las expectativas de inflación en el mercado se
resisten a moverse, los precios del petróleo están subiendo y el paquete
de estímulo de marzo mejoró los ánimos y las condiciones en los
mercados financieros, dando razones para el optimismo al BCE.
De hecho, el mayor dolor de cabeza del BCE esta vez
puede ser la fea disputa con Berlín, después de que el ministro de
Finanzas, Wolfgang Schäuble, dijera que la política monetaria estaba
causando problemas "extraordinarios" a Alemania y era responsable en
parte del ascenso del partido antiinmigración Alternativa para Alemania
(AfD).
"Cualquier conflicto entre un miembro principal
(Alemania) y el equipo gestor (del BCE) supone riesgos", dijo el
analista de Holger Schmieding.
"Puede desestabilizar la institución y entorpecer su
mensaje", dijo Schmieding. "La actual disputa va un poco más allá de un
incómodo fastidio. Podría restringir la capacidad de maniobra del BCE y
hacer que la política monetaria del BCE sea un poco menos efectiva".
El BCE parece tener ventaja en el debate de momento,
después de que Schäuble se retractara de parte de sus declaraciones y el
responsable Bundesbank, Jens Weidmann, el mayor crítico del BCE hasta
la fecha, hablara a favor de la independencia del banco central,
argumentando que la posición de política monetaria del BCE era
apropiada.
Es poco habitual que Schäuble se quede en un segundo plano.
Los tipos de interés negativos están dañando de manera
desproporcionada al sistema bancario alemán, fragmentado y saturado de
efectivo, planteando la perspectiva de que cientos de pequeños bancos,
sobre todo de ahorro, se vuelvan inviables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario