BRUSELAS.- Los países ricos están
obstinadamente divididos sobre un acuerdo con el que retirar poco a poco
los subsidios al carbón antes de que comience el jueves una reunión en
París, en un anticipo de las dificultades por alinear sus actuaciones
para frenar el calentamiento global en una cumbre de la ONU prevista
este año.
Francia, que albergará la cumbre sobre el clima de la
ONU, ha aumentado la presión política para restringir un tipo de
subsidio que ayuda a los países a exportar tecnología para la generación
de energía por medio del carbón, el más contaminante de los
combustibles fósiles.
Dos días después de la confirmación de la aprobación
regulatoria de la UE para que la firma estadounidense General Electric
compre Alstom, un gran fabricante francés de tecnología energética para
el carbón, la ministra francesa de Medio Ambiente, Ségolène Royal, dijo
que el Gobierno eliminaría los créditos de exportación de carbón.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) ha estado tratando de mediar en una retirada paulatina
de las ayudas desde hace más de un año y mantendrá una nueva reunión el
próximo jueves.
El organismo dice que quiere un acuerdo este mes, pero
fuentes de la UE dicen que podría tener que realizar más reuniones y que
el tiempo se agota.
"Es un enfrentamiento total", dijo una fuente bajo condición de anonimato.
Los problemas para resolver la financiación de la
exportación de carbón ponen de relieve las dificultades para lograr un
acuerdo de mucho mayor alcance en una cumbre de la ONU sobre clima que
comenzará en París el 30 de noviembre.
Incluso Alemania, que lideró los llamamientos del G-7
hacia una posición más dura sobre el cambio climático, hace caso a la
presión del sector para mantener el apoyo al carbón.
Dentro de la OCDE, Japón, el principal usuario de
créditos de exportación que ayuda a empresas como Toshiba a vender en el
extranjero tecnología relacionada con el carbón, lidera la resistencia.
Un documento sobre la posición
japonesa dijo que eliminar los créditos de exportaciones podría suponer
que otros países desarrollen tecnología menos eficiente que llevaría a
un aumento de las emisiones.
También argumentaba contra el Banco Mundial, que dijo
que el carbón sólo debería ser el combustible de último recurso para las
naciones pobres sin otra fuente de energía.
"Hay muchos países que incluyen la generación de
energía por quema de carbón en su mix energético nacional por motivos de
seguridad y acceso energéticos y se encuentran no sólo entre los países
de renta media, sino entre los de renta alta", dijo el documento.
En representación del mayor bloque dentro de la OCDE de
34 miembros, los responsables de la UE han buscado alcanzar un
compromiso en la posición europea para facilitar el acuerdo.
No había disponible nadie desde Luxemburgo, que ostenta la presidencia de la UE.
Fuentes de la UE dijeron que las negociaciones para
buscar un compromiso están centradas en si los créditos de carbón
seguirían en pie incluso para las exportaciones de los países ricos
siempre que se condicionen al empleo de la tecnología más eficiente y de
menores emisiones.
Los ecologistas dicen que una postura tan débil podría
dañar la imagen de credibilidad de la UE como líder en la lucha contra
el cambio climático.
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