domingo, 2 de marzo de 2014

Rusia corre el riesgo de un aislamiento económico si invade Ucrania

WASHINGTON/KIEV.- El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, condenó el domingo el "increíble acto de agresión" de Rusia en Ucrania y advirtió de "repercusiones muy serias" por parte de Estados Unidos y otros países incluyendo sanciones para aislar económicamente a Moscú.

"Simplemente uno no se comporta en el siglo XXI al estilo del siglo XIX al invadir otro país sobre la base de pretextos completamente inventados", dijo Kerry al programa "Face the Nation" de la cadena de televisión CBS.
No obstante, Kerry agregó que Rusia aún tiene "una serie de alternativas adecuadas" que pueden elegir para distender la crisis.
Kerry ha acusado a las autoridades rusas de perpetrar un "increíble acto de agresión" al desplazar sus tropas en Ucrania, al más puro estilo de "una nación decimonónica" que ha decidido "invadir otro país bajo un pretexto inventado", y ha advertido a Moscú de que EEUU está dispuesto a "llegar hasta el límite" para aplicar un amplio abanico de sanciones económicas, según declaró a la cadena CBS.
  "En el siglo XXI en el que estamos, uno no se puede comportar como una nación decimonónica e invadir otro país con un pretexto inventado. Sin embargo, Rusia todavía puede elegir la opción correcta", declaró el secretario de Estado.
   Con todo, Kerry calificó la situación como un "increíble acto de agresión".
 "La decisión consciente que ha tomado Vladimir Putin de invadir otro país nos ha dejado anonadados. Rusia está violando la soberanía de Ucrania y sus obligaciones internacionales", ha aseverado.
   Así, el secretario de Estado advirtió a Moscú de que Estados Unidos y el resto de las naciones que conforman el G-8, el grupo de países más industrializados del mundo (Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, y Reino Unido) están preparados para llegar "hasta el límite" para "aislar a Rusia merced al amplio abanico de opciones disponible".
  "El rublo ya está cayendo y Rusia ya se está enfrentando a dificultades económicas de envergadura", hizo saber Kerry, que entre las "opciones" que se contemplan se encuentran la prohibición de visados, la congelación de activos o restricciones comerciales.
   Portavoces del Kremlin han eludido contestar a estas declaraciones
Movilización en Ucrania

Ucrania se movilizaba el domingo para la guerra y llamó a filas a todos los reservistas, después de que el presidente ruso Vladimir Putin amenazara con invadir territorio ucraniano en la mayor confrontación entre Moscú y Occidente desde la Guerra Fría.
"Esto no es una amenaza: en realidad es una declaración de guerra a mi país", dijo el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, que encabeza un gobierno proeuropeo en el poder desde que el aliado ruso Viktor Yanukovich huyó la semana pasada.
Putin obtuvo permiso de su Parlamento el sábado para usar la fuerza militar para proteger a los ciudadanos rusos en Ucrania, desencadenando los llamamientos de Occidente para que no intervenga.
Fuerzas rusas ya han tomado el control de Crimea - una aislada península en el mar Negro donde la mayoría de su población es de etnia rusa y donde Moscú cuenta con una base naval - sin derramamiento de sangre.
El domingo rodearon varios pequeños puestos militares ucranianos y les pidieron que entregaran las armas. Algunos se negaron, aunque no hubo disparos.
El Consejo de Seguridad de Ucrania ordenó colocar de inmediato a todas las fuerzas armadas en el nivel más alto de alerta, dijo Andriy Paruby, secretario del consejo.
Se ordenó que el Ministerio de Defensa llevara a cabo el reclutamiento, que potencialmente sería de todos los hombres de hasta 40 años en un país que todavía cuenta con un servicio militar masculino obligatorio y universal, aunque Ucrania tendría dificultades en encontrar armas o uniformes para un número significativo de ellos.
"Si el presidente Putin quiere ser el presidente que inició la guerra entre dos países vecinos y amigos, entre Ucrania y Rusia, lo tiene al alcance de la mano. Estamos al borde del desastre", dijo Yatseniuk en unas declaraciones en inglés televisadas, apelando al apoyo occidental.
En la plaza de la Independencia de Kiev, donde los manifestantes antiYanukovich acamparon durante meses, miles protestaban contra la acción militar rusa. Algunas pancartas decían: "Putin, quita las manos de Ucrania".
El este del país, donde la mayoría de los habitantes de etnia ucraniana hablan ruso como idioma nativo, incluso supone una mayor preocupación que el hecho de que Rusia controle Crimea.
Esas áreas registraron violentas protestas el sábado: manifestantes proMoscú izaron banderas en los edificios gubernamentales y llamaron a Rusia a defenderlos. Kiev dijo que las protestas fueron fabricadas por Rusia, acusando a Moscú de enviar cientos de sus ciudadanos al otro lado de la frontera para participar en ellas.
La declaración de Putin de que tiene el derecho de invadir a su vecina Ucrania- para la que rápidamente recibió la aprobación unánime de su Parlamento- alentó la perspectiva de una guerra en un país de 46 millones de habitantes en Europa central.
"El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su profunda preocupación sobre la clara violación de Rusia a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, lo que es un quebrantamiento de la ley internacional", dijo la Casa Blanca.
Ucrania ha apelado a la OTAN, y directamente a Reino Unido y Estados Unidos, cofirmantes con Moscú en 1994 de un acuerdo que garantizaba la seguridad ucraniana tras la desintegración de la Unión Soviética.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo el domingo que Rusia está amenazando la paz en Europa, antes de una reunión de embajadores de la OTAN en Bruselas para abordar los próximos pasos.
Washington ha propuesto enviar observadores a Ucrania bajo la bandera de Naciones Unidas o de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), organismos donde Moscú tendría derecho de veto.
Hasta el momento, la respuesta occidental ha sido en gran parte simbólica. Obama y otros líderes suspendieron los planes de asistir a una cumbre del G-8 en Sochi, donde Putin acaba de clausurar unos Juegos Olímpicos de invierno que han costado 50.000 millones de dólares. Algunos países llamaron a consultas a sus embajadores.
"Esta es probablemente la situación más peligrosa en Europa desde la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968", dijo un funcionario occidental a condición de permanecer en el anonimato.
"Siendo realistas, tenemos que asumir que Crimea está en manos soviéticas. El desafío ahora es evitar que Rusia tome el control de otras zonas del este de Ucrania en que se habla ruso", añadió.

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