sábado, 14 de noviembre de 2009

Brasil se compromete a reducir un 36% las emisiones sobre la previsión de 2020

BRASILIA.- El Gobierno brasileño asumirá un "compromiso voluntario" de reducir en al menos un 36% sus emisiones de gases con efecto invernadero, sobre la previsión de lo que el país emitiría en 2020, informaron anoche los ministros jefe de Gobierno, Dilma Rousseff, y de Medio Ambiente, Carlos Minc.

La meta concreta de reducción será de entre el 36,1% y el 38,9% y será presentada ante la conferencia del Clima convocada por la ONU en diciembre en Copenhague, explicaron los ministros en rueda de prensa en Sao Paulo, tras reunirse con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.

Principalmente debido a la deforestación de la gigante selva amazónica, Brasil es considerado el cuarto mayor emisor mundial de esos gases nocivos responsables por el cambio climático.

En caso de que no se tome ninguna medida, Brasil estima que en 2020 emitiría 2.700 millones de toneladas de gases con efecto invernadero. En base a ello, la propuesta anunciada es llevar a Copenhague el "compromiso voluntario" de que a 2020 se deben reducir las emisiones entre 975 y 1.050 millones de toneladas.

Eso significa que Brasil se propone llegar a 2020 con emisiones de entre 1.700 o 1.800 millones de toneladas de CO2, menos que las 2.100 de 2005.

"Brasil es un país que no tiene la obligación de asumir metas, pero (su decisión de adoptar un compromiso, aunque sea voluntario) puede influir" en la actitud de otros países en la cumbre de Copenhague, dijo Minc.

Poco más de la mitad del recorte de las emisiones brasileñas responde a una disminución de hasta el 80% de la deforestación de la selva amazónica. El resto dependerá de esfuerzos en agropecuaria, industria, energía y siderúrgica.

"Estamos haciendo un gran esfuerzo para que Copenhague tenga éxito", afirmó por su parte Rousseff.

Dado que el compromiso es voluntario, el Gobierno va a discutir la viabilidad del proyecto con la comunidad científica, los Estados y las empresas privadas, informaron los ministros.

La conferencia de Copenhague, que se celebrará del 7 al 18 de diciembre, fue convocada para cerrar un acuerdo mundial contra el cambio climático, que reemplace al Protocolo de Kioto que termina en 2012.

Numerosos puntos bloquean las negociaciones, entre otros cuál es el grado de compromiso que deben asumir los países ricos en materia de emisiones y cómo entran en ese acuerdo Estados Unidos, que no aprobó Kioto, y los países en desarrollo, algunos de ellos grandes emisores, como China, India y Brasil.

Brasil ha sido enfático en reclamar un compromiso ambicioso y claro de los países desarrollados, tanto en recorte de emisiones como en financiación a países en desarrollo.

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