"Los mercados de derivados juegan un papel importante en la economía, pero la crisis ha demostrado que pueden poner en riesgo la estabilidad financiera", dijo el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, en un comunicado. McCreevy se había opuesto hasta el estallido de la crisis a una mayor regulación de los mercados financieros.
Las ideas de Bruselas se someterán ahora a un proceso de consulta pública, que concluirá con una audiencia el 25 de septiembre. Teniendo en cuenta los resultados de esta consulta, el Ejecutivo comunitario decidirá antes del final de su mandato en noviembre de 2009 si presenta o no propuestas legislativas.
La Comisión Europea apuesta en primer lugar por reforzar la estandarización de este tipo de instrumentos financieros, lo que a su juicio aumentará su eficacia operativa y reducirá los riesgos. Ello puede lograrse favoreciendo una mayor implantación de contratos y servicios de confirmación electrónica estándares y la automatización de los pagos, según Bruselas.
Otra propuesta consiste en crear un registro centralizado de datos que recoja, por ejemplo, el número de transacciones.
El Ejecutivo comunitario quiere además fomentar el recurso a las cámaras de compensación para negociar estos productos. De hecho, la industria ya se ha comprometido a utilizar estas cámaras de compensación para uno de los tipos de derivados, los 'credit default swaps' antes del 31 de julio. "Si la industria no es capaz de cumplir su compromiso, la Comisión tendrá que considerar otras formas de incentivar el uso de cámaras de compensación", señaló Bruselas.
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