lunes, 8 de diciembre de 2008

Los demócratas anuncian acuerdo para el rescate de automotrices en EEUU

WASHINGTON.- Los líderes demócratas del Congreso estadounidense se declararon este lunes listos para liberar hasta un máximo de 15.000 millones de dólares de ayuda inmediata a la industria automotriz del país, de acuerdo con un proyecto de ley que deberá ser presentado al Congreso de inmediato.

Poco después la Casa Blanca anunció que analizaba la propuesta y, aunque no la respaldó de inmediato ni tampoco habló de un acuerdo, se mostró optimista.

"Parece que tenemos un acuerdo en los principios básicos necesarios para una ley que pueda firmar el presidente", dijo la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino.

"Revisamos un proyecto de ley esta tarde (del lunes) y continuamos nuestras negociaciones con el Congreso", informó Perino.

La funcionaria explicó que el presidente George W. Bush quiere asegurarse de que la medida "no debilite el requerimiento de que cualquier financiamiento a largo plazo sea otorgado sólo a las empresas que tengan un plan de viabilidad creíble".

Pero la Casa Blanca dijo que no necesariamente chocaría con el Congreso en lo que respecta al establecimiento de un comité de supervisión sobre el uso del dinero.

En el Congreso, se esperaba que el proyecto de ley entre a votación a mediados de la semana.

"15.000 millones es el máximo que hay disponible, dada las amenazas del presidente de vetar otra propuesta", dijo el representante Barney Frank, uno de los legisladores que lidera las negociaciones.

Los congresistas afirmaron que el paquete de ayuda tiene el fin de "brindar a las automotrices la posiblidad de limpiar sus cuentas y regresar a un camino responsable de ganancias".

Los demócratas, que controlan el Congreso, trabajaron junto a negociadores de la Casa Blanca durante el fin de semana, en lo que se considera un rescate a corto plazo para el sector automotor.

El plan implica reestructuraciones masivas y una estricta supervisión gubernamental.

Se espera que el paquete financiero sostenga a las automotrices hasta marzo, ya con el presidente Barack Obama en el cargo.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el líder republicano, Mitch McConnell, se reunieron para ajustar los últimos detalles.

En lo que respecta al mencionado Comité de Supervisión, los negociadores estarían considerando un panel compuesto por cinco miembros del gabinete y el director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que sería dirigido por un "zar del automóvil" independiente, indican reportes.

El zar sería el ex director de General Electric Jack Welch, de acuerdo a los rumores que circulan en Washington.

Perino por su parte dijo que Bush también busca la creación de la figura del "asesor de viabilidad financiera", que se reuniría con los fabricantes de automóviles y ayudaría al gobierno a elaborar "un plan creíble para la viabilidad a largo plazo" a cambio de la ayuda a corto plazo.

Ese asesor sería quien decidiría si una empresa debe recibir o no la ayuda adicional.

Si su evaluación es negativa, entonces propondrá una reestructura a través de un pedido de bancarrota, lo que obligaría a la empresa a devolver la ayuda a corto plazo.

Y aquí hay una diferencia entre Bush y lo que haría Obama después.

El presidente electo pidió a los ejecutivos del sector automotor que cambien sus formas de trabajar o renuncien, pero subrayó que la bancarrota no es una opción.

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