Las posiciones relacionadas con el Mercosur fueron expuestas el viernes en una reunión de la Comisión de Hacienda del Poder Legislativo con los ministros de Economía, Alvaro García, el canciller Gonzalo Fernández y el director de comercio y Mercosur, Elbio Roselli.
En una síntesis, la cumbre del Mercosur parece que volverá a ser una instancia donde temas cruciales que hacen a la consolidación del bloque creado en 1991, pueden seguir en el limbo, con el aditamento de una crisis económica y financiera global que, eventualmente, puede generar otras controversias, como intentos de incrementar el proteccionismo comercial.
Fernández admitió que las gestiones de meses por el Código Aduanero del bloque, un mecanismo para eliminar el llamado doble cobro del Arancel Externo Común (AEC) "están en un plano de dificultad" y anticipó su creencia que no será aprobado.
La eliminación de ese doble cobro es parte de la consolidación de la Unión Aduanera del Mercosur y que periódicamente se hunde en divergencias internas.
Sergio Abreu, ex canciller y senador, uno de los arquitectos del Mercosur, ha criticado tanto la bilateralidad de Argentina-Brasil como las consecuencias comerciales y sostuvo que en materia de negociación internacional el Mercosur "está roto" con Argentina por un lado y Brasil por otro.
Abreu dijo el lunes en un repaso de las posiciones que en la reunión, "aunque se trató de manejarlas con ciertas reservas", quedaron expuestas "preocupaciones del funcionamiento del Mercosur sobre todo en materia de política comercial y otra vez demostrando que en esta reunión iba a ver criterios muy distintos y que no se iba a aprobar el Código Aduanero".
Abreu resaltó al respecto la oposición de Paraguay pero "sobre todo de Argentina que quiere condicionar el Código Aduanero a la incorporación de las detracciones (impuestos internos), que es un instrumento que viene manejando desde hace mucho tiempo". Un intento anterior de Argentina fue rechazado por Uruguay.
El senador dijo que la respuesta de los representantes del gobierno "fue que no va a ver solución sobre este tema y no va a haber Código Aduanero, incluso algunos comentarios de algunos técnicos de la casi inviabilidad de seguir manejando en estas condiciones con un Mercosur virtualmente fracturado".
El gobierno aunque ha manifestado que quiere "más y mejor Mercosur", no ha ocultado las crecientes dificultades internas.
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