"Las eventuales intervenciones" en favor de los bancos en apuros "serán realizadas por el Tesoro que comprará acciones pero sin derecho a voto" dijo Berlusconi al término del consejo de ministros.
"La gestión bancaria se mantiene privada. Nadie, especialmente el gobierno, tiene interés en sustituir lo privado en el sector bancario", declaró por su parte el ministro de Finanzas, Giulio Tremonti.
Berlusconi afirmó por otra parte que los bancos italianos no tiene ningún problema de liquidez y que los ahorradores del país "no corren ningún riesgo".
La decisión del gobierno de ayudar a los bancos para garantizar la estabilidad del sistema financiero italiano está contemplada en un decreto ley que será firmado por el jefe de Estado, Giorgio Napolitano. El Parlamento adoptará posteriormente el documento en un plazo de 60 días.
"La onda de la crisis ha llegado hasta nuestro país. Hemos preparado (con este decreto) unas armas que esperamos no tener que utilizar. Es por pura prudencia que hemos adoptado" el documento, agregó el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi.
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