domingo, 14 de septiembre de 2008

Negociaciones de última hora tratan de evitar la quiebra de Alitalia

ROMA.- Las negociaciones que se presentan como la última oportunidad de la compañía aérea Alitalia para evitar su quiebra, y la consiguiente suspensión de pagos a partir del lunes, se iniciaron este domingo entre los probables compradores de la empresa, los sindicatos y el Gobierno de derechas italiano.

Si las negociaciones progresan, una "reunión final" podría ser convocada el domingo por la tarde-noche para realizar reuniones maratonianas "hasta lograr un acuerdo", anunció Claudio Claudiani, secretario general del sindicato Fit-Cisl, a su llegada al ministerio de Trabajo.

En la noche del sábado a domingo, las negociaciones habían permitido algunos avances. Según el periódico romano La Reppublica, los compradores mejoraron en 100 millones de euros el paquete salarial para que los trabajadores acepten los nuevos contratos de trabajo previstos por el plan de adquisición.

El jefe del Gobierno, Silvio Berlusconi, se comprometió personalmente desde el sábado en las negociaciones y piensa, cueste lo que cueste, obtener de los socios un acuerdo que permitirá a Italia conservar su compañía aérea nacional. La quiebra de Alitalia sería "un desastre para el país entero", reiteró el sábado, acusando a la izquierda de estar detrás de "los comportamientos no razonables" de los trabajadores.

La compañía sobrevive gracias a un préstamo del Estado y está al borde del abismo, pues los empresarios italianos dispuestos a relanzarla y los sindicatos se oponen sobre las condiciones de remuneración, las vacaciones y el contrato único previstos por el plan de rescate.

El plan de la CAI (Compañía Aérea Italiana) prevé el despido de 1.000 pilotos, lo que es para nosotros "completamente inaceptable", dijo el domingo por la mañana Massimo Notaro, presidente de la Unión de Pilotos (UP), uno de los sindicatos de pilotos de Alitalia.

La perspectiva de una quiebra inminente de Alitalia se concretó bruscamente el sábado con el anuncio por parte del administrador de la compañía de que no podía garantizar todos sus vuelos, al no poder pagar el combustible.

"Hasta mañana (domingo) tenemos los vuelos garantizados, pero el lunes no, pues no nos suministrarán más combustible", declaró el sábado Augusto Fantozzi, comisario extraordinario nombrado por el gobierno para gerenciar Alitalia, según fuentes sindicales citadas por las agencias italianas.

En un comunicado, Fantozzi desmintió haber dado esas declaraciones alarmistas, y reconoció sólo haber explicado que "existían dificultades para aprovisionarse, lo que podría significar un riesgo para algunos vuelos". El comisario anunció también que sería obligado a poner en desempleo técnico desde el lunes a las tripulaciones de 34 aviones no utilizados por la empresa.

Alitalia, cuyo 49,9% pertenece al Estado y pierde tres millones de euros al día, se declaró insolvente y fue colocada el 29 de agosto bajo administración extraordinaria. Una quiebra de Alitalia sería un revés para Berlusconi, quien prometió que hallaría compradores italianos, tras el fracaso de la tentativa de compra por parte de Air France-KLM, que se enfrentó a la hostilidad de los sindicatos.

El plan de última hora prevé el reinicio de las actividades de transporte de pasajeros por parte de la CAI, dispuesta a colocar 1.000 millones de euros sobre la mesa, y una fusión con Air One, segunda compañía de la península. Sin embargo, la deuda de cerca de 1.200 millones de euros será incluida en otra empresa a liquidar, mientras las actividades de mantenimiento y flete serán cedidas.

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