Días después de la polémica generada por el ministro de Hacienda, Alistair Darling, tras confesar que la actual crisis es la "peor en 60 años" y de que los expertos atribuyesen a su pesimista evaluación la histórica depreciación de la libra con respecto al euro, la OCDE apuntala el clima de preocupación de la economía británica, la quinta del mundo, que hace tan sólo diez días confirmó que el segundo trimestre registró el primer crecimiento 'cero' desde 1992.
Pese a no citar la palabra 'recesión', la organización apuntó para el tercer y cuarto trimestre saldos negativos, criterio que certifica que una economía ha entrado en recesión. Así, para el tercero prevé una caída del 0,3% y para el que va de octubre a diciembre, del 0,4%.
Además, las previsiones para Reino Unido son las peores para un miembro del G-7, pese a que Londres presumía recientemente de los mejores resultados sostenidos en el tiempo en comparación con los demás integrantes del grupo de las principales economías del mundo.
En este sentido, aunque Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia y Japón también experimentarán recortes, en el peor de los casos se limitará a un parón en el crecimiento como el que sufrirá la economía germana en el tercer trimestre, del que no obstante se recuperará en el cuarto.
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