domingo, 17 de agosto de 2008

Europa farolea y pierde / Inocencio Arias*

El tiempo dirá en breve hasta donde quiere llegar Rusia con su invasión de Georgia. El catálogo de consecuencias es impresionante: destruir el dispositivo militar de Georgia y dejarla inerme durante años, desprestigiar al Presidente goergiano al que Putin detesta,lograr el desgajamiento definitivo de Ossetia y Ajkhbasia convirtiendolas en protectorados rusos, eliminar cualquier posibilidad de que Georgia entre la Otan...

Hay más avisos para navegantes : uno claro para Ukrania cuyo ingreso en la Otan, a pesar de las promesas recibidas de la Organización, es ya problemático. Otro, que nos afecta, para los inversores occidentales. Poner dinero ahora en Georgia, por ejemplo en el gasoducto Nabucco que reduciría la dependencia que Europa tiene del gas ruso dado que lo traería de otra zona, se convierte en arriesgado.

La invasión rusa pilló a Bush en la Olimpiada en Beijing dandose palmaditas en la espalda con Putin. La imagen ha sido recibida con sorna en Estados Unidos y Bush ha tenido que subir el tono al regresar a su país. La invasión se cuela en la campaña electoral de Estados Unidos y da ventaja, en principio,según los comentaristas, a la dialéctica del candidato McCain.

Europa no se luce . Es impotente para contener a Rusia en una región, el Caucaso, a la que debe conceder una enorma importancia tanto por su inmensa riqueza energética, vital para Europa, como por ser un fértil potencial de conflictos(problemas étnicos, movimientos separatistas, proliferación de mafias etc..).

Las limitaciones de la Unión Europea afloran de nuevo. Frente a Rusia, y su creciente matonismo, se reafirman dos posturas que recuerdan la división de la guerra de Irak: Francia y Alemania serían de nuevo las componedoras, las partidarias de no encolerizar a Rusia.

Las naciones antiguamente sometidas al yugo soviético piensan que eso sólo servirá para alimentar el apetito de Moscú. Una vez subyugada Georgia, seguirá Ukrania, luego los bálticos etc..Georgia sería sólo un test de hasta donde puede llegar el Kremlim.

El mundo, no sólo Rusia, se percata de que, enfrentada a un serio desafío, Europa se desinfla. Se marcó el farol de prometer a Ukrania y Georgia que las acogería defensivamente, Otan etc.. y Rusia se lo ha apagado. No es extraño que Polonia, confiando más en el Tio Sam, se haya apresurado a firmar inmediatamente un acuerdo defensivo con Washington. Se siente más segura frente al país que, junto con Hitler, la despedazó hace varias décadas.

* Cónsul General de España en Los Ángeles

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