PEKÍN.- China invirtió miles de
millones de dólares en una terminal que presentó como la mayor del
mundo, con el objetivo de responder al aumento del tráfico aéreo
chino... y conmemorar el 70º aniversario del régimen comunista.
Los
millones de pasajeros que aterricen cada año en el aeropuerto
internacional de Pekín-Daxing podrán ver por la ventanilla una especie
de estrella de mar sobredimensionada con reflejos metálicos, que
conforma la nueva terminal y sus cinco ramas, por las que se accede a
los aviones desde un núcleo central.
Las obras terminaron oficialmente el domingo, cuando
estaba previsto, pero la terminal se inaugurará el 30 de septiembre, en
la víspera de la fundación de la República Popular de China, el 1 de
octubre de 1949, por Mao Zedong.
Previsiblemente, el 70º
aniversario se celebrará con un gigantesco desfile militar en el centro
de Pekín, donde el presidente Xi Jinping pasará revista a las tropas.
La inauguración de un nuevo aeropuerto futurista concuerda con la línea del "sueño chino" que Xi ofrece a sus compatriotas.
Con su terminal único, la nueva infraestructura,
construida a 46 km al sur de la plaza de Tiananmen, descongestionará al
actual aeropuerto internacional de Pekín-Capital, cuyas tres terminales
están situadas al noreste de la metrópolis, de 21 millones de
habitantes.
Debería funcionar a pleno rendimiento en 2025, con
cuatro pistas de aterrizaje y una capacidad de 72 millones de pasajeros
anuales.
Para 2040, la infraestructura
contará con ocho pistas, una de ellas para uso militar. De ese modo,
podrá acoger a 100 millones de pasajeros, lo que la convertirá en la
mayor terminal del mundo en términos de capacidad de viajeros, según sus
creadores.
En la actualidad, el aeropuerto de Atlanta, en Estados
Unidos, supera la cota de 100 millones de pasajeros, pero con dos
terminales.
El actual aeropuerto de
Pekín-Capital, segundo en la escala mundial, está a punto de verse
saturado, con algo más de 100 millones de pasajeros anuales.
Con
el aumento del nivel de vida y el gusto de los chinos por los viajes, el
transporte aéreo está en pleno auge en el país asiático. Según la
Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), a mediados de
2020, China superará a Estados Unidos y se convertirá en el primer
mercado aéreo del mundo.
En 2037, el país registrará 1.600 millones de viajes en avión al año, es decir, 1.000 millones de pasajeros más que en 2017.
En estas condiciones, la capital espera recibir a 170 millones de pasajeros en 2025, repartidos entre sus dos aeropuertos.
Con una superficie de 700.000 m2, el nuevo edificio reivindica el título de mayor terminal aeroportuario del mundo.
Dentro,
el edificio, diseñado por la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid,
fallecida en 2016, y la filial de ingeniería de Aeropuertos de París
(ADP), deslumbra por su luminosidad y sus líneas curvas.
Está
cubierto por un tejado de una sola agua que representa la superficie de
25 campos de fútbol. Unas claraboyas en el techo iluminan, durante el
día, hasta los niveles más bajos dela estructura.
Al contrario
que en las terminales clásicas, éste está diseñado en altura, con dos
niveles para las salidas y otros dos para las llegadas. Bajo la
terminal, se encuentra una estación de metro y tren de alta velocidad.
A
través de una línea exprés, se podrá llegar al centro de la ciudad en
unos 20 minutos, aunque la conexión con el actual aeropuerto, a 67 km de
distancia, podría ser más complicada.
El proyecto costó 120.000
millones de yuanes (17.500 millones de dólares), 400.000 si se cuentan
los empalmes ferroviario y de carreteras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario