SEÚL.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió el domingo con
el líder norcoreano Kim Jong Un en la Zona Desmilitarizada (DMZ) entre
las dos Coreas, con un caluroso apretón de manos y el deseo de fomentar
la paz por las dos partes.
La reunión, la tercera entre los dos líderes en poco más de un año,
generará esperanzas de que se reanuden las estancadas conversaciones
nucleares.
Trump, escoltado por Kim, cruzó brevemente una línea
de demarcación militar que durante años había representado una tensa
frontera de la Guerra Fría, convirtiéndose en el primer presidente en
funciones de Estados Unidos en poner un pie en el aislado país.
Momentos
después regresaron a la parte surcoreana y se reunieron con el
presidente Moon Jae-in para una breve charla, lo que representó un
encuentro a tres bandas sin precedentes. Trump y Kim celebraron a
continuación una reunión bilateral a puerta cerrada.
“Es un gran
día para el mundo”, dijo Trump mientras Kim y él se situaban juntos en
medio de una multitud de fotógrafos de prensa, ayudantes y
guardaespaldas.
Kim parecía relajado y sonreía mientras hablaba con Trump.
“Me
sorprendió ver tu mensaje de que querías reunirte conmigo”, le dijo a
Trump, refiriéndose a la propuesta que hizo Trump el sábado a través de
un mensaje en Twitter.
“Esta es una expresión de su voluntad” de trabajar para un nuevo futuro, dijo Kim.
Kim dijo que sería un gran honor que Trump visitara su capital, Pionyang.
“Cruzar
esa línea fue un gran honor”, dijo Trump, refiriéndose a su breve
incursión en el lado norcoreano de la zona desmilitarizada.
Trump
llegó a Corea del Sur a última hora del sábado para conversar con Moon
después de asistir a una cumbre del Grupo de los 20 en Osaka, Japón,
durante la cual hizo la improvisada oferta de reunirse con Kim, quien la
aceptó.
Trump y Kim se reunieron en la llamada Zona Conjunta de
Seguridad, patrullada por soldados de ambas Coreas. Moon se unió a los
dos después de sus saludos iniciales.
Trump y Kim se reunieron
por primera vez en Singapur en junio del año pasado, y acordaron mejorar
las relaciones y trabajar en pos de la desnuclearización de la
península coreana.
Sin embargo, ha habido pocos avances desde entonces.
Una
segunda cumbre en Hanói, Vietnam, en febrero, se desbarató después de
que las dos partes no lograsen reducir las distancias entre la exigencia
de Estados Unidos de que Corea del Norte renunciara a sus armas
nucleares y la exigencia de Corea del Norte de que se suspendieran las
sanciones.
Trump le había dicho antes a Moon que tenía “mucho tiempo” y que no tenía “prisa” por llegar a un acuerdo.
Corea
del Norte ha llevado a cabo programas nucleares y de misiles durante
años en desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y
la disminución de las tensiones con Corea del Norte es una de las
principales prioridades de la política exterior del presidente de
Estados Unidos.
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