KIEV.- El actor y comediante Vladímir Zelenski fue investido este lunes presidente de Ucrania
en una ceremonia solemne en la Rada Suprema (Parlamento), ante la que
anunció la disolución del Legislativo para celebrar elecciones
parlamentarias anticipadas y prometió trabajar en una solución al
conflicto armado en el este del país.
Zelenski, de 41 años, llegó a la Rada Suprema andando, sonriente y saludando a las cerca de tres mil personas
que se habían congregado en el exterior para seguir la ceremonia de
investidura en pantallas e incluso sacándose selfis con algunos de
ellos.
El que forjara su
popularidad en la serie de televisión "El servidor del pueblo", en la
que interpreta a un profesor de historia que llega a la presidencia del
país, hizo hoy de la ficción realidad, un mes después de haber ganado
las elecciones presidenciales al ya expresidente Petró Poroshenko con el
73,22 % de los votos.
"A
lo largo de mi vida, he estado tratando de hacer todo lo posible para
que los ucranianos sonrían. En los próximos cinco años, haré todo lo
posible para que no lloren," prometió Zelenski.
Tras haber cosechado
el mejor resultado de la historia democrática del país, la investidura
de Zelenski mantiene vivas las esperanzas de los ucranianos por un
futuro mejor.
"Al menos la élite política cambiará, lo que ya es una gran victoria para Ucrania. Dejaremos atrás a los nostálgicos de la época soviética y a los chantajistas de los años noventa," declaró Erik, un estudiante de 21 años.
Tatiana,
una ama de casa, comentó emocionada cómo sus dos hijos se encuentran
trabajando en España y cómo esperaba "que los vientos de cambio les
inviten a regresar y luchar juntos por un futuro mejor".
En
el interior de la Rada Suprema, Zelenski juró ser fiel a la
Constitución con su mano derecha sobre la Carta Magna y el "Evangelio de
Peresopnytsia", uno de los manuscritos del Oriente eslavo más
importante del siglo XVI y que es utilizado en investiduras.
El
sexto presidente de Ucrania, acompañado de su esposa Elena y sus
padres, prometió ante medio centenar de representantes de gobiernos
invitados -entre ellos los presidentes de Georgia, Estonia, Letonia,
Lituania y Hungría, así como ministros y responsables de la Comisión
Europea y de la OTAN-, seguir por la vía europea. Kiev no había invitado a ningún representante de Rusia.
La mayor ovación durante su discurso de investidura la recibió cuando proclamó que su prioridad "número uno" será poner fin de la guerra entre el Ejército ucraniano y las milicias prorrusas apoyadas por Moscú en el este del país.
"Estoy
dispuesto a dejar todo para que nuestros héroes no sigan muriendo. No
tengo miedo a tomar decisiones complejas. Estoy dispuesto a perder mi
popularidad y, si es necesario, mi cargo con tal de que se establezca la
paz", señaló.
Zelenski alternó
en este punto entre el idioma ruso y el ucraniano, e insistió en que
estaba dispuesto al diálogo, pero que cualquier negociación tendría que
pasar por la recuperación de los "territorios perdidos" y el retorno "de
todos los prisioneros de guerra ucranianos".
El
nuevo jefe de Estado de Ucrania subrayó que la península de Crimea,
anexionada por Rusia en 2014, y la región de Donbás, escenario de un
conflicto armado que estalló ese mismo año y se ha cobrado más de 10.000
muertos, son territorio ucraniano.
Para
poder tomar decisiones complejas en los próximos cinco años y sacar a
Ucrania de la crisis económica, Zelenski necesitará apoyos en el
Parlamento, que designa al primer ministro, donde su partido El Servidor
del Pueblo -el mismo nombre que la serie de televisión que le hizo
famoso- aún no tiene representación.
"Disuelvo la octava legislatura de la Rada Suprema",
declaró, si bien no anunció la fecha de las elecciones anticipadas. Los
comicios parlamentarios estaban previstos para el 27 de octubre.
Zelenski pidió a los diputados adoptar antes de la disolución del Parlamento una serie de leyes urgentes y destituir a varios altos cargos, para lo cual dio un plazo de dos meses.
Su
llamamiento no cayó en saco roto: minutos después de su discurso, el
ministro de Defensa, Stepan Poltorak, y el director del Servicio de
Seguridad (SBU), Vasili Gritsak, anunciaron su dimisión.
Tras su investidura, el nuevo presidente se dirigió al palacio Mariínski para pasar revista a los comandantes de las Fuerzas Armadas y la Policía y asistir al izado de la bandera, para saludar posteriormente a los jefes de las delegaciones extranjeras.
La
embajadora de España en Ucrania, Silvia Josefina Cortés Martín, deseó
al nuevo presidente "los mayores éxitos en su mandato, por el bien de
Ucrania, su libertad, prosperidad e integridad territorial, y por la
estabilidad de toda Europa".
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