CARACAS.- Venezuela seguirá regida por la todopoderosa Asamblea Constituyente
hasta fines de 2020, anunció el órgano oficialista al cumplirse este
lunes un año de la cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro,
en pugna por el poder con el opositor Juan Guaidó.
En un decreto aprobado por unanimidad, el ente aprobó extender su vigencia "al menos hasta el día 31 de diciembre del año 2020".
La
medida da facultades a ese órgano para que continúe actuando como un
poder plenipotenciario, según el texto leído por su presidente y número
dos del chavismo, Diosdado Cabello.
"La Asamblea
Constituyente es la mayor garantía de estabilidad política", dijo luego
Maduro en un acto con miles de partidarios que marcharon hasta el
palacio de Miraflores, en Caracas, en apoyo a su segundo mandato
(2019-2025).
Según el gobernante socialista, Guaidó,
reconocido como mandatario interino por medio centenar de países, tenía
planeado disolverla el pasado 30 de abril, cuando lideró un alzamiento
militar en su contra que no logró el apoyo de la Fuerza Armada.
La
Constituyente "está por encima de todos los órganos constituidos",
subrayó el presidente en referencia a la entidad que ha reemplazado en
la práctica al Parlamento, único poder que controla la oposición,
promulgando decretos-ley de aplicación inmediata.
Durante
las celebraciones de este lunes, Maduro reiteró su propuesta de
adelantar los comicios legislativos, que deben realizarse en diciembre
de 2020, como una manera de resolver la crisis política.
El
conflicto se agravó luego de que el Parlamento declarara ilegítimo el
segundo período de Maduro -iniciado el 10 de enero- y Guaidó, jefe
legislativo, se proclamara presidente encargado.
"¡Yo
quiero elecciones ya!", expresó el líder socialista, a quien Guaidó
pretende sacar del poder mediante masivas movilizaciones y quebrándole
el apoyo militar, sin excluir un pedido de intervención de Estados
Unidos, su más ferviente aliado.
Este lunes Carlos Vecchio,
representante de Guaidó en Washington, se reunió con funcionarios del
Departamento de Estado y el Pentágono por petición del líder opositor,
cuyo poder de convocatoria a las protestas decayó tras la fracasada
rebelión militar.
El objetivo fue "discutir todos los aspectos de la crisis de Venezuela. Muy positivo", aseguró Vecchio en Twitter.
Maduro,
quien acusa a Guaidó de ser un "títere" de Donald Trump para apoderarse
de la mayor reserva petrolera mundial, se felicitó nuevamente por la
mediación que intenta hacer Noruega para acercar a las partes, que
mantuvieron contactos por separado con funcionarios de ese país la
semana pasada.
"Yo sé con quién estamos hablando. Lo digo y que se ofendan si quieren: estamos hablando con el diablo", afirmó el gobernante.
En
su apoyo a Guaidó, Washington endureció las sanciones contra el
gobierno de Maduro, confrontado a la peor crisis económica en la
historia reciente del país, con una caída brutal de la producción de
petróleo -fuente de 96% de los ingresos- y una hiperinflación que según
el FMI trepará a 10.000.000% este año.
Además de la Fuerza
Armada, a la que ha otorgado amplio poder político y económico, el
gobernante se aferra al apoyo de Rusia y China.
Cumplido
un año de la reelección de Maduro, el Congreso tiene previsto aprobar
este martes un acuerdo "en rechazo al fraude electoral del 20 de mayo
(de 2018) que mantiene inmerso al pueblo venezolano en la crisis más
grave de su historia", informó la cámara.
En principio,
estaba previsto que la Constituyente funcionara por dos años, hasta
agosto de 2019, pero Cabello advirtió a mediados del año pasado que su
mandato podía extenderse por cuanto fuera necesario.
Sus
miembros, todos chavistas, fueron elegidos el 30 de julio de 2017 en
unos cuestionados comicios, desconocidos por la oposición, Estados
Unidos y varios gobiernos de América Latina.
Los
adversarios de Maduro se rehusaron a participar en esas elecciones
aduciendo la "ilegalidad" de la convocatoria, hecha en medio de
protestas antigubernamentales de varios meses que dejaron unos 125
muertos.
La oposición alega que su convocatoria debió
haberse sometido a referendo, como se hizo con la Constituyente de 1999,
impulsada por el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) para
redactar la Constitución vigente.
La Constituyente adelantó
las presidenciales, que debían realizarse en diciembre de 2018,
resultando ganador Maduro. Alegando que eran ilegítimas, los principales
partidos opositores las boicotearon.
El ente también
despojó de su inmunidad a una docena de diputados opositores acusados de
apoyar la rebelión del 30 de abril, y destituyó a Luisa Ortega, fiscal
general chavista que rompió con Maduro durante las protestas de 2017.
Hasta la fecha no ha presentado un proyecto de Carta Magna, el objetivo fundamental de su convocatoria.
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