HELSINKI.- El opositor Partido Socialdemócrata
(SDP) parte como favorito en las elecciones parlamentarias del domingo
en Finlandia, en las que los ultraderechistas Verdaderos Finlandeses se
afianzan como segunda fuerza por delante de los conservadores del
partido Kokoomus.
El último sondeo de opinión,
publicado este jueves por la televisión pública YLE, otorga al SDP el 19
% de la intención de voto, por lo que su líder, Antti Rinne, tiene
muchas opciones de convertirse en el primer socialdemócrata que gana
unas elecciones desde hace veinte años.
Los analistas coinciden en que la llegada de Rinne, un
conocido exlíder sindical, a la presidencia del SDP en 2014 ha provocado
un giro del partido a la izquierda, aunque la fragmentación del voto le
obligará probablemente a hacer concesiones si quiere formar una
coalición lo suficientemente amplia como para gobernar.
Pese
a su condición de favorito, el SDP ha perdido apoyo paulatinamente
durante las últimas semanas, mientras que el partido de ultraderecha
Verdaderos Finlandeses ha ido remontando posiciones hasta situarse como
segunda fuerza con el 16,3 % de la estimación de voto.
De
continuar ambas tendencias, y teniendo en cuenta que el margen de error
del sondeo es del 2,3 %, los Verdaderos Finlandeses, liderados por el
eurodiputado Jussi Halla-aho, podrían incluso superar al SDP y lograr
una victoria histórica que colocaría por primera vez a la ultraderecha
al frente del Gobierno de Helsinki.
"Todo es posible.
Siempre ha sido nuestra meta ser el mayor partido en unas elecciones y
creemos que es un objetivo realista. Dependerá en gran medida de que
seamos capaces de movilizar a nuestros potenciales votantes el día de
las elecciones", aseguró Halla-aho.
El
partido ultra fue miembro del actual Ejecutivo en funciones hasta hace
dos años, cuando fue expulsado de la coalición por sus socios centristas
y conservadores tras la llegada a la dirección de Halla-aho,
representante del ala más radical y xenófoba, alegando que los
Verdaderos Finlandeses ya no eran el mismo partido.
La
formación, que para entonces había perdido la mitad de su apoyo
popular, se partió en dos y los Verdaderos Finlandeses pasaron a la
oposición, mientras que el ala moderada, con el ministro de Exteriores
Timo Soini a la cabeza, continuó en el Gobierno y formó un nuevo partido
actualmente llamado Futuro Azul.
"En nuestra opinión,
la línea y la ideología del partido cambió drásticamente, porque pasó a
concentrarse en un único tema (la inmigración)", explicó Sampo
Terho, presidente del escindido Futuro Azul y ministro de Cultura en
funciones.
Una vez fuera del Gobierno y con un nuevo
líder ajeno hasta entonces a la toma de decisiones, los Verdaderos
Finlandeses ganaron legitimidad para criticar duramente las políticas
migratorias y de austeridad del Ejecutivo, lo que les ha permitido
recuperar la confianza de su electorado.
En cambio,
los tres partidos de la coalición gubernamental -centristas,
conservadores y Futuro Azul- sufrirán previsiblemente el castigo de los
votantes por la dureza de sus políticas de austeridad durante la
legislatura, que han equilibrado las finanzas públicas pero han socavado
el célebre sistema nórdico de bienestar.
El último
sondeo otorga un 15,9 % de los votos al conservador Kokoomus, 2,3 puntos
menos que en las pasadas elecciones, y un 14,5 % al Partido de Centro
del primer ministro Juha Sipilä, que pasaría de ser la fuerza
mayoritaria a caer a la cuarta posición.
Más grave es
el hundimiento de Futuro Azul, que parece haber perdido la batalla por
atraer al electorado contra los Verdaderos Finlandeses, sus antiguos
correligionarios, y apenas cosecharía el 0,8 % de los votos.
Aunque
no logran escalar posiciones y se mantienen como quinta fuerza, el
partido que más avanza en estos comicios es Los Verdes, que obtendría el
12,2 % de los votos, 3,7 puntos más que en 2015.
Las
claves de este ascenso son la preocupación de los ciudadanos por el
cambio climático y el reciente retorno a la presidencia del partido del
carismático Pekka Haavisto, el candidato a primer ministro favorito de
los finlandeses, según las encuestas.
También avanza
la Alianza de Izquierdas, posible socio del SDP en un Ejecutivo
rojiverde, que obtendría el 8,7 % de los votos, 1,6 puntos más que en
las pasadas elecciones.
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