WASHINGTON.- Los precios al consumidor en Estados Unidos tuvieron en marzo su
mayor alza de más de un año, pero la inflación subyacente se mantuvo
benigna ante la desaceleración en el crecimiento económico, tanto dentro
del país como a nivel global.
El Departamento del Trabajo dijo
el miércoles que su Índice de Precios al Consumo (IPC) subió un 0,4 por
ciento, impulsado por el encarecimiento de alimentos, gasolina y
alquileres. Fue el mayor incremento desde enero de 2018 y se produce
tras un alza del 0,2 por ciento de febrero.
En los 12 meses hasta
marzo, el IPC subió un 1,9 por ciento. En el año a febrero se registró
un alza del 1,5 por ciento, la menor desde septiembre de 2016.
Economistas
consultados por Reuters habían previsto que el indicador subiera un 0,3
por ciento en el mes y un 1,8 por ciento en la comparación interanual.
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