FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo cambió de táctica el jueves: retrasó la su
primer aumento de tipos de interés posterior a la crisis hasta 2020,
como máximo, y ofrecerá a los bancos una nueva ronda de préstamos
baratos para ayudar a revitalizar la economía de la zona euro.
El movimiento, más audaz de lo esperado, ocurre cuando la Reserva
Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales en el mundo también
están frenando las alzas de las tipos de interés, y destacó cómo una
guerra comercial mundial, la incertidumbre del Brexit y los problemas de
deuda en Italia están afectando el crecimiento económico de toda
Europa.
Los cambios en las políticas ponen al presidente del BCE,
Mario Draghi, en el papel de garante de la confianza en la aún frágil
economía del bloque, solo unos meses después de que el banco haya
anunciado el fin de cuatro años de unas compras de activos sin
precedentes y cuando el banquero italiano se dispone a entregar el timón
a su sucesor a finales de año.
El banco antes había dicho que
los tipos seguirían en sus mínimos históricos hasta verano, pero ahora
no espera que cambien “al menos hasta finale de 2019”.
Si
bien los inversores habían dejado de esperar una subida de tipos del
BCE este año, pocos anticipaban que el banco fuera a cambiar su mensaje
de política monetaria en esta reunión.
El movimiento sorpresa
provocó una caída de los rendimientos de los bonos gubernamentales y una
baja del euro de cerca de un 0,6 por ciento a 1,1244 dólares.
“Estamos
en un período de debilidad continua e incertidumbre generalizada”, dijo
Draghi en una conferencia de prensa, en que además anunció recortes de
los objetivos de crecimiento e inflación del banco.
Draghi
mencionó factores externos como el proteccionismo, la todavía incierta
naturaleza de la salida de Reino Unido de la Unión Europea y la
vulnerabilidad de los mercados emergentes.
“En
una habitación oscura te mueves con pasos pequeños; no corres, pero sí
te mueves”, dijo Draghi sobre como el banco trata de orientar a los
mercados financieros en un período de incertidumbre.
El BCE ahora
ve el crecimiento de la zona euro de apenas un 1,1 por ciento este año,
en comparación con el 1,7 por ciento que había proyectado en diciembre.
El banco lanzó además una nueva operación de refinanciamiento de
largo plazo, que en parte apunta a ayudar a los bancos a refinanciar
más de 720.000 millones de euros en créditos existentes del BCE y evitar
una contracción del crédito que exacerbe la actual desaceleración
económica.
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