GINEBRA.-La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha denunciado este
jueves que en los últimos 27 años la brecha de empleo entre hombres y
mujeres se ha reducido solo en dos puntos porcentuales, y ha avisado de
que al ritmo actual, la brecha de género en lo relativo al trabajo
doméstico y a los cuidados tardará 209 años en cerrarse.
Así se
desprende de un informe sobre igualdad de género elaborado por el
organismo internacional, en el marco de la celebración del Día
Internacional de la Mujer este viernes, en el que denuncia que los
avances para cerrar las brechas de género "se han estancado", y en
algunos casos se observa un retroceso.
"Las brechas de género con
respecto a indicadores esenciales del mercado de trabajo no se han
reducido de una forma significativa en más de veinte años", denuncia la
OIT, que alerta de que si no se toman medidas, la situación
probablemente siga deteriorándose a medida que el trabajo continúa
fragmentándose y ante la perspectiva de un futuro "incierto".
En
concreto, en los últimos 27 años, la brecha de empleo entre hombres y
mujeres se ha reducido menos de dos puntos porcentuales. Las tasas de
empleo tanto de las mujeres como de los hombres han disminuido en todo
el mundo, si bien las registradas entre los hombres se han reducido a un
ritmo más rápido.
En 2018, en torno a 1.300 millones de mujeres
estaban empleadas en comparación con 2.000 millones de hombres, lo que
significa que la diferencia era todavía de 700 millones y que las
mujeres seguían teniendo 26 puntos porcentuales menos probabilidades de
ser empleadas que los hombres.
Esto explica en parte que las tasas
brutas de escolarización para la educación secundaria y superior hayan
aumentado tanto para los hombres como para las mujeres, y que las
brechas de género en las tasas de escolarización casi se cerraran en
2017. Sin embargo, el 21,2% de los jóvenes no están empleados ni reciben
una educación o formación (ninis), y un elevado porcentaje de ellos (el
69,1%) son mujeres.
El
informe refleja que el año pasado las mujeres tenían más probabilidades
de estar empleadas en ocupaciones consideradas poco calificadas y de
tener peores condiciones de trabajo que los hombres. De hecho, las
mujeres están más expuestas que los hombres al empleo informal en más
del 90% de los países de África Subsahariana, en el 89% de los países de
Asia Meridional y en casi el 75% de los países de América Latina.
Además,
las mujeres suelen concentrarse en las ocupaciones que son más
vulnerables a los déficits de trabajo decente, tales como el trabajo
doméstico, el trabajo a domicilio y el trabajo familiar auxiliar. La
situación migratoria, el origen étnico, la discapacidad y el estado
serológico respecto del VIH son algunas de las características que, al
confluir con el género, aumentan más aún la probabilidad de que las
mujeres se vean expuestas a unas condiciones de trabajo desfavorables,
explica la OIT.
Por otra parte, el informe muestra que las mujeres
también están infrarrepresentadas en los cargos directivos y de
liderazgo. En todo el mundo, solo el 27,1% de las personas que ostenta
cargos directivos y de liderazgo son mujeres, cifra que apenas ha
cambiado en los últimos 27 años.
Sin embargo, las mujeres que
consiguen ocupar un alto cargo lo hacen más rápidamente que los hombres,
ya que, en todo el mundo, las mujeres directivas y con funciones de
liderazgo son casi un año más jóvenes que los hombres.
De igual
forma, las mujeres directivas también tienen más probabilidades de tener
un nivel de educación más alto que sus homólogos masculinos. A nivel
mundial, el 44,3% de las mujeres directivas tiene un título
universitario superior en comparación con el 38,3% de los hombres
directivos.
Otro
de los puntos que aborda el informe es el del trabajo doméstico, sobre
el que señala que, tradicionalmente, las mujeres se han descrito como
las "cuidadoras", y la sociedad y los mercados de trabajo "siguen
funcionando en gran parte sobre la base de este supuesto". La prestación
de cuidados no remunerada es el principal motivo por el que las mujeres
están fuera de la fuerza de trabajo.
En todo el mundo, 647
millones de mujeres en edad de trabajar (el 21,7%) realizan un trabajo
de cuidados no remunerado a tiempo completo, en comparación con 41
millones de hombres (el 1,5%). Entre 1997 y 2012, el tiempo que las
mujeres dedicaron al trabajo doméstico y a la prestación de cuidados
apenas disminuyó 15 minutos por día, mientras que el de los hombres sólo
aumentó 8 minutos por día.
A este ritmo, la OIT estima que la
brecha de género en términos de tiempo dedicado al trabajo de cuidados
no remunerado no se cerrará hasta el año 2.228, por lo que llevará 209
años.
El análisis de la OIT también incide en que entre 2005 y
2015 la penalización profesional de la maternidad", la diferencia entre
la proporción de mujeres adultas con hijos menores de seis años que
trabajan frente a las mujeres sin hijos, aumentó en un 38%.
Denuncia,
además, que existe una "penalización de la maternidad en términos de
liderazgo", solo 25% de los gerentes con hijos menores de seis años son
mujeres. La proporción de mujeres en cargos directivos aumenta al 31%
cuando no tienen hijos pequeños.
Para alcanzar la igualdad de
género la OIT ve necesario un cambio de las políticas y las acciones en
una serie de ámbitos que se refuerzan mutuamente, e indica medidas que
pueden llevar hacia un programa de transformación cuantificable a favor
de la igualdad entre hombres y mujeres.
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