BUENOS AIRES.- La economía de Latinoamérica mejorará
este año levemente, pero su crecimiento aún es "débil" y es vulnerable
ante el volátil escenario global, según un informe presentado este
miércoles en Buenos Aires por organismos internacionales.
"Seguimos
confrontando desafíos muy fuertes, como el acceso a mercados de
capitales y un crecimiento magro, y este año estamos en torno al 1,7 %
quizás. Es una región que no ha logrado despuntar", dijo la secretaria
ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), Alicia Bárcena, al presentar el informe.
El documento "Perspectiva Económica Latinoamericana 2019:
desarrollo en transición" fue elaborado por la Cepal, el CAF Banco de
Desarrollo de América Latina y la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE), con la cooperación con la Comisión
Europea.
Las conclusiones de este informe están sobre
la mesa de discusiones de la segunda Conferencia de Alto Nivel de las
Naciones Unidas sobre cooperación Sur-Sur (PABA + 40), que comenzó este
miércoles en Buenos Aires.
De acuerdo con proyecciones
de la Cepal, el producto interior bruto (PIB) de Latinoamérica creció
un 1,2 % en 2018 -desacelerando levemente frente al 1,3 % de 2017- y se
espera que este año avance un 1,7 %.
Pero, pese a la
leve mejora esperada, el informe advierte de que el crecimiento "sigue
siendo relativamente débil" y con realidades muy heterogéneas entre
países.
"Hoy no es obvio que podamos volver a crecer
al 3,5-4 % promedio. Hoy estamos creciendo al 1 % en 2018 y quizás 1,5-2
% este año. Para crecer más necesitamos hacer cosas más novedosas",
dijo Pablo Sanguinetti, vicepresidente de Conocimiento de CAF.
De
acuerdo con el documento, desde 2011 el avance del PIB ha sido inferior
a las tasas alcanzadas a mediados de la década de 2000 y el crecimiento
actual y esperado resulta "insuficiente" para cerrar las brechas de
ingreso en relación a las economías más avanzadas.
La
región es, además, "vulnerable" ante un contexto global complicado: se
espera que el crecimiento mundial experimente un "aterrizaje suave" en
2019-2020 y que el comercio global se desacelere aún más, con una
disminución de los precios de las materias primas.
El
contexto externo, advierte el informe, es "volátil" y podría incluir un
"endurecimiento" financiero global y un aumento de las tensiones
comerciales entre Estados Unidos y China que podría hacer "descarrilar"
la recuperación económica en Latinoamérica.
"Se nos
acabó el viento cola del superciclo de los 'commodities' (materias
primas) de 2014-2015 y, para volver a crecer a tasas altas, necesitamos
una agenda de reformas que busque aumentar la productividad", indicó
Sanguinetti.
Por otra parte, el crecimiento económico
"insuficiente" en Latinoamérica está frenando la reducción de la pobreza
y de la desigualdad en la distribución de ingresos, con tasas de
pobreza e indigencia actuales similares a las de 2016.
"Alrededor
del 40 % de los latinoamericanos corre el riesgo de volver a caer en la
pobreza, tienen trabajos informales y una mala protección social",
advirtió Neven Mimica, comisario europeo de Cooperación Internacional y
Desarrollo.
El informe identifica cuatro "trampas" o
"desafíos" de desarrollo que resultan de la combinación de debilidades
de larga data con nuevos problemas a medida que los países avanzan en
sus respectivas vías de desarrollo.
Una de las
"trampas" que limitan la capacidad de transición hacia un mayor
desarrollo es la de la productividad; la región se abrió al comercio
global, pero su persistente baja productividad parece estar asociada
precisamente a una estructura exportadora concentrada en sectores
primarios y extractivos y esto, en un círculo negativo, socava la
participación de Latinoamérica en el comercio mundial.
Las
otras tres trampas tienen que ver con la vulnerabilidad social, la
calidad institucional y las demandas ciudadanas y con las amenazas
ambientales.
Según el informe, este panorama
socioeconómico más complejo requiere esfuerzos de "gran alcance",
incluyendo un nuevo enfoque de la cooperación internacional para el
desarrollo.
En este sentido, el director del Centro de
Desarrollo de la OCDE, Mario Pezzini, propuso repensar los modelos
tradicionales, dijo que la cooperación guiada por parámetros de renta
per cápita "empieza a hacer aguas" y sugirió apoyarse en otros
indicadores, como el bienestar.
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