miércoles, 24 de octubre de 2018

La emigración de empleo cualificado / Primo González *

La economía de Estados Unidos se encuentra en situación de pleno empleo desde ya algunos meses y su tasa de paro es la más baja de la historia, por debajo del 4% de la población activa.  Es la envidia del mundo, podría decirse. Desde luego es una situación mucho más favorable que la europea y en particular cuando se relaciona con algunos países especialmente aquejados por el mal del desempleo, caso de España, con un 15% de tasa de paro. En la zona euro, la tasa media está en el 7%.

El Libro Beige de la Reserva Federal estadounidense  acaba de diagnosticar la especial importancia que tiene en la economía de este país la escasez de mano de obra cualificada. 

 Es un escalón nuevo en la estadística del paro, ya que un país que presenta los mejores registros en materia de empleo afronta un  serio problema de falta de trabajadores y profesionales especialmente cualificados, lo que contribuye a frenar el crecimiento económico ante la falta de recursos humanos para  dar vida a los proyectos empresariales y a los ámbitos de la nueva economía.

Los autores del informe de la Reserva Federal constatan que el crecimiento de la economía más importante del mundo está siendo modesto, lo que puede  deberse a una falta de mano de obra cualificada en cantidad suficiente. Estados Unidos es el primer país desarrollado que reconoce abiertamente  este déficit de recursos humanos, lo que se podrá traducir en el futuro en una intensificación de las corrientes  migratorias hacia este país.

No precisamente inmigraciones procedentes de los países al sur de  su frontera, como estamos viendo estos  días con la caravana de migrantes que suben desde los países subdesarrollados de Centroamérica, sino migraciones que se están intensificando también, aunque de forma menos visible pero no por ello menos cuantiosas,  desde los países desarrollados. En los últimos meses, esta migración  parece haber tomado un ritmo bastante  más activo que en el pasado, cuando se desarrollaba meramente a través de los clásicos cauces universitarios.

Hay muchos miles de personas de países  europeos, entre ellos de España, que están encontrando una ocupación y un futuro profesional bastante atractivo en la mayor economía del mundo.  Bueno sería  que esas migraciones  fueran fenómenos de ida y vuelta, ya que permitirían a los países de  origen mejorar su capacidad tecnológica y laboral y, a la postre,  añadir un capital de enorme importancia para el desarrollo futuro de estas economías.

Ante esta situación, la Unión Europea podría  desarrollar una labor de seguimiento del fenómeno migratorio  de alta cualificación, tarea que no se está llevando a cabo. Y, a continuación, establecer incentivos para  que las economías europeas no sufran un proceso de descapitalización profesional debido al polo de atracción que está desarrollando la economía estadounidense, con sus universidades y sus multinacionales,  entes convertidos en importantes centros de promoción de nuevas actividades profesionales.


(*) Periodista y economista español


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