LONDRES.- El
temor al efecto de las sanciones de Estados Unidos sobre Irán, que
entrarán en vigor en un mes, disparó hoy el precio del petróleo Brent
hasta niveles no vistos desde hace cuatro años, ante la perspectiva de
que las trabas a las exportaciones iraníes limiten la oferta global de
crudo.
El
barril de referencia en Europa alcanzó durante la jornada 85,32 dólares
por barril, su mayor nivel desde finales de 2014, y cerró en el mercado
de Londres en 84,80 dólares.
El
presidente de EEUU, Donald Trump, ha exigido a los productores de
Oriente Medio que tomen medidas inmediatas para frenar una escalada de
precio que amenaza con perjudicar a las economías importadoras de
petróleo, pero su petición no se ha materializado por el momento en
acciones concretas.
Trump
retiró en mayo su apoyo al acuerdo internacional al que se llegó en
2015 para evitar que Irán desarrolle armas nucleares y anunció que en su
lugar volverá a imponer un programa de sanciones que castigará, a
partir del 4 de noviembre, a países y empresas que compren petróleo
iraní.
A
medida que se acerca esa fecha límite, los clientes de Teherán han
comenzado a buscar proveedores alternativos. Al mismo tiempo, el nivel
de oferta global se ha mantenido invariable, lo que ha llevado a un
escenario de escasez que ha espoleado los precios.
Las
sanciones sobre Irán han agudizado la tendencia al alza subyacente que
ya existía en el mercado y que ha provocado un aumento de cerca de un 30
% en el precio del Brent desde principios de este año.
Los
analistas no vislumbran un cambio de tendencia a corto plazo, que
podría producirse si la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) y otros grandes productores como Rusia aumentaran su bombeo para
compensar la paralización de los barriles iraníes.
Arabia
Saudí, socio estratégico de Estados Unidos y líder de la OPEP, ha
rehusado hasta ahora dar ese paso, y los expertos dudan de que esté en
condiciones de hacerlo a corto plazo.
"Los
países de la OPEP no tienen la voluntad ni la capacidad para compensar
la potencial pérdida de petróleo en el mercado provocada por las
sanciones", afirmó a Efe David Madden, analista de la firma CMC Markets,
que detalla que Riad y otros productores bombean ya al máximo de su
capacidad.
Una
escalada de precio beneficia a corto plazo a las arcas de los países
productores, lo que puede pesar a la hora de mantener el escenario de
escasez en el mercado, aunque a largo plazo puede tener el efecto
contrario y dañar el avance de la demanda, alertó el analista.
A
finales de septiembre, la OPEP y Rusia decidieron posponer una eventual
decisión para cambiar sus patrones de bombeo al menos hasta diciembre,
un mes después de la aplicación efectiva de las sanciones sobre Irán.
"No
prevemos que el miedo alrededor de Irán se vaya a disipar pronto",
señaló Madden, que tan solo anticipa una caída sustancial del precio
"cuando las sanciones terminen, o bien si hay un gran incremento del
nivel de producción por parte de otros países que disipe los temores".
Con
todo, se muestra escéptico sobre la posibilidad de que el crudo vaya
camino de sobrepasar la barrera de los 100 dólares por barril, en la que
estaba situado a mediados de 2014.
"Economías
emergentes como India, o incluso China, no están tan hambrientas de
petróleo como lo estaban hace cuatro años", indicó el analista, que sin
embargo ve probable que el barril de Brent supere la barrera de los 90
dólares en las próximas semanas.
En
caso de que la OPEP volviera a desestimar en diciembre aumentar su
producción y la escalada del precio continuara, Estados Unidos podría
todavía aferrarse al recurso de movilizar sus reservas de emergencia.
El
Gobierno estadounidense, sin embargo, ha descartado hasta ahora poner
en circulación los inventarios de crudo que mantiene apartados para
situaciones límite.
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