viernes, 20 de enero de 2017

La Fed y el BCE siguen el guión / Primo González *

Los dos principales bancos centrales del mundo, la Fed y el BCE, han lanzado estos días mensajes de cierto optimismo sobre la economía mundial y sobre sus respectivos territorios. Hay una clara divergencia entre las dos instituciones, puesto que mientras la Reserva Federal americana está en fase de subida de tipos y ha cortado hace ya unos cuantos meses las inyecciones de liquidez, el BCE todavía mantiene su política expansiva y de momento no prevé cambios antes de diciembre de este año.

El Libro Beige de la Reserva Federal americana ha mejorado ligeramente su optimismo y llega a insinuar que en el mercado de trabajo estadounidense hay problemas para encontrar trabajadores en determinados empleos. La situación de pleno empleo es patente desde hace unos pocos meses, de forma que el nuevo Presidente americano, Donald Trump, tendría que echarle una cierta dosis de realismo a su discurso ya que sin mano de obra extranjera difícilmente van a poder encontrar satisfacción todas las demandas de puestos de trabajo que hay en la mayor economía del mundo. 

Máxime teniendo en cuenta que el propio Trump, en una de sus bravatas recientes, llegó a prometer que sería el presidente americano con mayor empleo creado en su expediente de méritos. Para cumplir esa aspiración, el recién llegado inquilino de la Casa Blanca tendría que modificar sensiblemente su política migratoria y esta no parece ser una de sus debilidades.

Al margen de la situación del empleo hay cierta expectación en torno a las relaciones entre la Reserva Federal y el nuevo Gobierno republicano que inicia su andadura estos días. Las relaciones entre el nuevo Ejecutivo y la máxima responsable de la Fed, Janet Yellen, no son afables. La Fed pretende subir sus tipos de interés de forma sistemática en los próximos meses, una expectativa que no es del agrado de la nueva Administración. Las relaciones pueden llegar a ser tormentosas entra los dos bandos.

En Europa, la situación del empleo dista mucho de la bondad que muestran los datos de Estados Unidos, con algunos `países (España el más notorio) con tasas de desempleo que triplican con creces la de Estados Unidos. El BCE ha mantenido sin cambios su estrategia monetaria tras la reunión de este jueves, por lo que mantendrá sus compras de activos (80.000 millones de euros al mes hasta marzo y 60.000 millones de euros a partir del mes de abril y hasta diciembre) como estaba anunciado, mientras la inflación va acercándose a los objetivos deseados.

No obstante, el repique de la tasa de inflación en los últimos meses tiene mucho que ver con factores atípicos, como la subida de los precios de las materias primas o de los productos alimenticios. La inflación subyacente, en cambio, se mantiene en cotas muy alejadas del 2% que pretende el BCE. La gestión monetaria va a resultarle bastante compleja al BCE debido a la proliferación de los acontecimientos políticos que se van a desarrollar en estos meses, con la compleja digestión del Brexit como piedra angular de las probables complicaciones.

La divergencia entre el rumbo que sigue la Reserva Federal y el que mantiene de momento el BCE no van a resultar fácil mente conciliables en el tiempo.


(*) Periodista y economista


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